Pardo y los Cubero

El arte Fénix

El arte resurge de sus cenizas. Encontrarse con lo nuevo de la mano de lo viejo, y lo viejo hecho nuevo. Jorge Pardo y los hermanos Cubero

Recientemente se celebró en Madrid la IX edición de Alternativas en Concierto, reuniendo en el escenario a maestros y discípulos sin diferenciación de género ni edad. Abrió la muestra el saxofonista Jorge Pardo, mejor músico de jazz europeo según la Académie du Jazz francesa, quien actuó con el joven Diego Gutiérrez Trío. Una actuación desconocida incluso para sus intérpretes. No se conocían entre ellos, ni habían tocado nunca juntos, lo que añadió atractivo a ese “viaje a lo desconocido”, según Pardo.

Decía Pardo que la llegada de una nueva generación de intérpretes y creadores garantiza la supervivencia de la noche madrileña frente a la descontrolada subida del IVA y los cierres de locales: “Tienes esos sitios donde va gente de todo pelaje, flamencos, latinos, músicos de funk y de jazz, con una avidez para devorar la noche que no encuentras en ningún otro sitio. Pero no se le saca partido. Es algo inexplicable”.

Mientras, Pardo trajina su “Puerta del Sol”, un proyecto gestado durante un viaje a Perú en diciembre de 2009 tras finalizar la gira sudamericana en la que se embarcó junto al trío D3. En Lima, Jorge Pardo entró en contacto con Ernesto Hermoza guitarrista autodidacta que aúna la música criolla con el flamenco y el jazz, y Juan Medrano Cotito, uno de los mejores interpretes de cajón peruano. Junto a ellos, Pardo se adentró en la noche limeña donde surgió este proyecto de forma espontánea, como brotan las ideas en el fragor de una jam session nocturna finalizada con un reto: atreverse a entrar en un estudio a la mañana siguiente a ver qué sale. Música criolla, afroperuana, jazz y flamenco impregnados de espontaneidad durante las tres horas en las que estuvieron grabando en el estudio.

Otra vez la “tradición”

Los Hermanos Cubero, desconocidos para la mayoría del público, presentan Flor de canciones acompañados por Mario Cobo (Nu Niles, Mambo Jambo) al steel guitar, Javier R. Cortes (Carajillo Records) al contrabajo, Victor Coyote (Los Coyotes) a la voz, Diego Galaz (La Musgaña, Fetén Fetén) al violín y serrucho, Lluís Gómez (Barcelona Bluegrass Band) al banjo y Holly Odell (John Hartford) al violín.

Trece temas en total, cuatro de ellos tradicionales y el resto de nueva composición, tocando algunos de los ritmos castellanos: vals, jota, corrido, canto de romería, pasodoble, mazurca, romance, pasacalles, ronda… en perfecta sintonía con el mejor bluegrass. Autoeditado como Registros Cordaineros y grabado en el estudio doméstico de La Alcarria chica, en Lliçà d’Amunt, Barcelona.

Primero, han realizado todos los procesos ellos mismos: producción, grabación, mezcla, masterización y diseño gráfico, contando con la colaboración de su hermano Ernesto en el dibujo y su hermana Elena en el texto de la contraportada. Segundo, su principal referente musical es Woody Guthrie. Y queda todo dicho.

La música nunca se acaba y cuando el viento, o el gobierno, se pone en contra parece que algunos “pájaros” se crecen. Aún con calzador, y por qué no, Pardo y los Cubero nos ofrecen un par de caramelos para saborear durante meses.

Deja una respuesta