Deuda ilegí­tima

¿A quién no debemos un billón de euros?

España cierra 2013 con la deuda más alta de los últimos 100 años. El lastre del pasivo ronda ya el 94% del PIB, se acerca al billón de euros y triplica la cifra de hace cinco años. El pago de la deuda es el primer capí­tulo de los presupuestos, este año son 36.662 millones para pagar intereses, un 10% más que en 2013.

Según el Banco Internacional de Pagos (BIS) en la mayoría de las economías avanzadas, los presupuestos públicos, excluidos los pagos de intereses, deberían registrar un superávit de más del 2% del PIB durante 20 años seguidos tan solo para que la relación entre la deuda y el PIB volviera a los niveles anteriores a la crisis. «Cuantos más recortes, más deuda, esta es la lógica de la dependencia exterior»

Pero dentro de las economías avanzadas, España está en el club de países intervenidos por Washington y Berlín, condenados a la financiación exterior y al endeudamiento permanente y creciente por decisión política de un estado intervenido por ellos.

Cuantos más recortes, más deuda.

La deuda pública española ha aumentado 22,9 puntos del PIB entre diciembre de 2011 y septiembre de 2013. El gasto público sigue creciendo, hasta el 48,3% del PIB en septiembre de 2013.

Y es que, a nadie se le escapa que el crecimiento de la deuda está ligado al rescate bancario y las ayudas monopolistas. Los recortes van a alimentar al corazón de la oligarquía financiera española (banca, eléctricas, constructoras…) que, para mantener su nivel de beneficios, nos tienen encadenados a la voracidad del capital extranjero y no a un proyecto autónomo de creación de riqueza y empleo.

Al tiempo que las agencias de calificación norteamericanas siguen utilizando la llave de la calificación de riesgo para forzar tales o cuales reformas. Recientemente Moody’s mejoró de la nota de España por primera vez desde 2010, pero eso significa que estamos a dos escalones del bono basura en lugar de a uno como antes.

A la vez, la banca compra deuda pública como un lucrativo medio de financiación a coste cero, el llamado carry trade, el Banco Central Europeo sirve barra libre de liquidez a casi 0 de interés a los bancos y estos colocan el dinero en deuda del Tesoro (que ahora cotiza al 3,5% a 10 años, pero estuvo sobre el 4% la mayor parte de 2013) embolsándose la diferencia.

Si tenemos en cuenta que los bancos y monopolios están financiados y participados por la banca y fondos de inversión exteriores, nuestra dependencia externa es en realidad mucho más elevada.

Deuda ilegítima

Sin embargo, tal como ocurre con los contratos firmados bajo coacción, que son legalmente anulables, la parte de deuda adquirida por las administraciones públicas cuyos fondos se destinan a ser nuevamente prestados a terceros puede y debe ser considerada ilegítima.

Algunos cálculos cifran ésta entorno al cuarto de billón de euros desde que estalló la crisis, entre 2008 y 2013. Esto representaría un 150%, aproximadamente, de los recortes hechos a la población en los últimos cuatro años.

Todos los que aspiramos a una salida a la crisis basada en la redistribución de la riqueza y que esta se base en que el país y los ciudadanos nos adueñemos de los principales recursos del país para ponerlos al servicio de la mayoría, debemos empuñar la demanda de la auditoría de la deuda, como se ha hecho en países como Islandia, Brasil o Ecuador. Una exigencia propia de una política de Frente Amplio por la redistribución de la riqueza.

Los vampiros van a querer más.

¿A quién no debemos?

Un reciente artículo de El País, ¿A quién le debe España un billón de euros? Nos ofrecía una radiografía.

En la última emisión de deuda del pasado 22 de enero, donde la demanda cuadruplicó la oferta, seis de cada 10 euros fueron invertidos por instituciones foráneas y más de un tercio anglosajonas, Reino Unido (29%) y EEUU (8%).

No en vano, la inversión extranjera tiene el 38,6%. Aseguradoras y fondos de inversión como Blackrock, JPMorgan, Fidelity, PIMCO, Carmignac…

La banca española tiene el 35% de la deuda pública, unos 233.000 millones a finales de 2013. Entre Santander y BBVA tienen más de 90.000 millones.

La Seguridad Social: más del 90% de su fondo de reserva está colocado en pasivo público, unos 60.000 millones.

El Banco Central Europeo, 38.800 millones, por la compra de bonos que hizo sobre todo en 2011.

Los particulares cubren un 0,72%, 4.858 millones y las empresas españolas no financieras, el 2,36%, unos 15.972 millones.

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