Cargando...Más de la mitad de los beneficios de la banca por su negocio en España los aporta el Estado. A cierre de 2013, el 53% del resultado neto, 4.659 millones de euros, proceden de la compensación del impuestos de sociedades. Así, las ganancias del sector por su actividad alcanzan los 4.156 millones que se transforman en 8.790 millones una vez anotados los impuestos y las dotaciones a obras sociales.
El efecto es mucho menor que el del año pasado, cuando bancos, cajas y cooperativas recuperaron de Hacienda 13.441 millones de euros, que minoraron las pérdidas finales hasta 73.706 millones de euros.
Hacienda permite compensar pérdidas pasadas en diversas operativas en ejercicios siguientes, los llamados créditos fiscales. La banca, tras la nueva regulación para acomodarse a Basilea III podrá compensarse unos 30.000 millones de euros en los próximos años por prejubilaciones, provisiones y pérdidas principalmente.
Estos datos del Banco de España no incluyen la actividad de las entidades fuera de nuestro país, lo que afecta sobre todo a los dos grandes grupos BBVA y Santander.
De la cifra total anotada, esos 4.659 millones, 3.526 millones han sido registrados en el último trimestre del año pasado, el undécimo trimestre consecutivo en que la banca registra impuestos negativos.
El cuarto trimestre de 2008 fue la primera vez en la crisis que la banca se anotó estos impuestos negativos por sus negocios domésticos, si bien en el conjunto del año desembolsó al Fisco 1.903 millones de euros.
El récord trimestral de pago de tributos se produce en diciembre de 2006, cuando el sector abonó unos 2.108 millones de euros. En ese ejercicio, cuando aún no había estallado la crisis, las entidades pagaron en impuestos 4.484 millones de euros.
En el último trimestre de este año, la banca doméstica vuelve a registrar pérdidas en el beneficio antes de impuestos, algo que no había sucedido en todo 2013. La razón hay que buscarla, no en un empeoramiento del negocio ni a las provisiones realizadas por la reclasificación de los créditos refinanciados y reestructurados sino, tal y como indican los datos del Banco de España, al incremento de las dotaciones realizadas por la banca para cubrir los riesgos de los activos inmobiliarios.
Así, si de enero a septiembre la banca destinó 2.072 millones para este fin, en los tres últimos meses dedicó una cantidad similar a los nueve anteriores: 2.037 millones de euros.
Por el deterioro de activos financieros, donde se incluyen los créditos, la banca destinó en el conjunto del año pasado 21.800 millones de euros, lo que supone casi cuatro veces menos que los 82.547 millones del ejercicio anterior.