SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

De Guindos forzó la dimisión de Rato pese al criterio del Banco de España

La comparecencia en las últimas 24 horas en la Audiencia Nacional de quienes fueron máximos responsables técnicos de la investigación y supervisión de las cuentas de Bankia antes de la dimisión de Rodrigo Rato vuelve a plantear muchas incógnitas. Los inspectores y el director general de Supervisión del Banco de España confiaban en el programa del ex presidente de la entidad y ex vicepresidente económico del Gobierno de José María Aznar. ¿Por qué se le forzó a dimitir?

No ten­dría mayor im­por­tancia la pre­gunta si tras la de­ci­sión de Economía de forzar el aban­dono de Rodrigo Rato no hu­biera sido ne­ce­sario pre­sentar un nuevo plan que nos lleva cos­tando a los es­pa­ñoles miles de mi­llones de eu­ros.

Los ins­pec­tores que par­ti­ci­paron en el aná­lisis de las cuentas han dicho en la Audiencia Nacional lo mismo que otros com­pa­ñeros an­ti­ci­paban en pri­vado: las cuentas y el pro­yecto de Rato eran cohe­ren­tes. Este martes le ha co­rres­pon­dido el turno de com­pa­recer ante el juez Fernando Andreu, al ins­pector José Antonio Gracia, quien ha ex­pli­cado que las cuentas que se for­mu­laron en marzo de 2012, bajo la pre­si­dencia de Rodrigo Rato, y que arro­jaban unos be­ne­fi­cios de 309 mi­llones en 2011, eran con­ta­ble­mente cohe­rentes con lo que pen­saba el su­per­visor sobre la en­tidad en ese mo­mento.

Luego ha aña­dido que las cuentas re­for­mu­ladas en mayo, que tra­du­jeron los be­ne­fi­cios en unas pér­didas de 2.979 mi­llo­nes, tam­bién fueron ra­zo­na­bles. Y vamos a la clave que cambió todo, el in­forme del Fondo Monetario Internacional. Algunos ex­per­tos, entre ellos ins­pec­tores del Banco de España, con­si­de­raron que el mismo se filtró de forma in­tere­sada y apun­tando a Bankia y no a otras SIP, pese a que las ins­pec­ciones rea­li­zadas sobre otras en­ti­dades plan­teaban tantas o más dudas que sobre la en­tidad que pre­sidía Rodrigo Rato.

Bien es cierto que el in­forme del FMI tenía una ex­pre­sión mal­dita: “los bancos con es­casa ca­pi­ta­li­za­ció­n…­sobre todo el mayor de ellos “. Era el 25 de abril de 2012, el FMI había se­ña­lado, sin ci­tarla ex­pre­sa­mente, que Bankia era «vulnerable» y con­si­de­raba «crítico» que para pre­servar la es­ta­bi­lidad fi­nan­ciera de España los bancos con es­casa ca­pi­ta­li­za­ción, «sobre todo el mayor de ellos, adopten me­didas prontas y de­ci­sivas para re­forzar sus ba­lances y me­jorar su go­ber­nan­za». Según ha re­cor­dado José Antonio Gracia en­tonces sal­taron todas las alar­mas. La si­tua­ción se agravó cuando de forma casi pa­ra­lela Moody’s re­bajó la ca­li­fi­ca­ción del grupo.

De poco sir­vieron los es­fuerzos del con­sejo por des­mentir el in­forme. Ya el 20 de no­viembre del 2012, hace casi ya dos años. Durante su de­cla­ra­ción como impu­tado ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, el ex­dipu­tado va­len­ciano y ex­con­se­jero de BFA, José Rafael García Fuster, re­veló que los miem­bros del con­sejo re­ci­bieron un email ins­ti­tu­cional el 27 de abril en el que se afir­maba que el in­forme del FMI que ponía en duda la sol­vencia del grupo, con­tenía «informaciones ne­ga­tivas y ab­so­lu­ta­mente fal­sas».

En cam­bio, unos días an­tes, el 17 de abril, el su­per­visor había apro­bado el primer plan de Rato al en­tender que cum­plía con todas las exi­gen­cias de sa­nea­miento del Real Decreto de Reforma Financiera de fe­brero, aunque le exigía al­gunas me­didas com­ple­men­ta­rias, nin­guna de ellas su­ponía ayudas pú­bli­cas, al en­tender que Bankia no las ne­ce­si­taba.

El in­forme del FMI pre­ci­pitó una reunión el 27 de abril entre el en­tonces di­rector ge­neral de su­per­vi­sión, Jerónimo Martínez Tello, y el equipo de Rato para ace­lerar un nuevo plan para calmar a los mer­ca­dos. Fue cuando Bankia em­pezó a tra­bajar en un nuevo do­cu­mento y pro­ponía una ayuda de 7.000 mi­llo­nes.

El ins­pector Gracia re­cibió el plan de Martínez Tello a quien se lo había en­tre­gado el ex­vi­ce­pre­si­dente de Bankia José Luis Olivas, el 4 de mayo. Aunque el ins­pector pidió pre­ci­siones sobre el plan apenas tuvo tiempo para ana­li­zarlo, ya que Rato di­mitió solo tres días des­pués. ¿Por qué for­zaron a Rato a di­mi­tir?

Las dudas tam­bién las tiene el jefe del equipo de la ins­pec­ción a Caja Madrid, que firmó el in­forme de 3 de di­ciembre de 2010 en el que se au­gu­raban unas pér­didas de 3.000 mi­llones en los cinco si­guientes años y de 12.000 para el con­junto de las siete cajas que con­for­maron Bankia.

De acuerdo con el in­forme, Javier del Río ha ex­pli­cado que el prés­tamo de 4.465 mi­llones que Rato so­li­citó en 2010 al FROB era su­fi­ciente para sa­near Caja Madrid y para cu­brir esas pér­di­das, de acuerdo siempre con las con­di­ciones ma­cro­eco­nó­micas de ese mo­mento.

El su­per­visor pre­veía que la en­tidad pu­diera de­volver el prés­tamo, en base a las pre­vi­siones ma­cro­eco­nó­micas con las que tra­ba­jaba el Banco de España. La pre­vi­sión de be­ne­fi­cios fu­tu­ros, com­pen­sa­rían las pér­didas y po­drían de­volver la ayuda re­ci­bida. Nunca sa­bremos lo que hu­biera su­ce­dido. Aunque miem­bros de la aso­cia­ción de ins­pec­tores del Banco de España si­guen man­te­niendo que el plan de Rato era su­fi­ciente, esta es una si­tua­ción con­tra­fac­tual. Nunca se podrá com­pro­bar, porque no se aprobó.

Pero es­taría muy bien que además de lo que res­ponden ante la Audiencia Nacional, los ins­pec­tores con­vo­cados quienes tienen da­tos, quienes re­ci­bieron lla­madas en las horas pre­vias a la in­ter­ven­ción dando por hecho que Rato sería des­ti­tuido, pese a que había otras cajas en peores cir­cuns­tan­cias, lo digan y lo es­cri­ban. No di­gamos lo re­le­vante que re­sul­tarán las me­mo­rias de Rodrigo, cuando las pueda es­cri­bir, claro.

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