SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Susana y Pedro tapan la corrupción andaluza

En esto de la corrupción política nadie en los tres grandes partidos nacionales -PP, PSOE y CiU- puede tirar la primera piedra. Pero en el caso que nos ocupa de los escándalos relativos a la Junta de Andalucía existe el agravante del atraco a los fondos del paro y de la formación de los parados por cientos de millones de euros y en la Comunidad Autónoma con más paro de España. De ahí que no solo se debe depurar la responsabilidad penal, de la que se ocupan los tribunales, sino que además existe la responsabilidad política que afecta directamente a los ex presidentes Chaves y Griñán.

Y en el caso de José Antonio Griñán -y veremos si también en el de Chaves- con serios indicios de responsabilidad penal dado que Griñán fue el Consejero de Hacienda en el tiempo de los ERE fraudulentos y recibió en su Consejería numerosas advertencias de la Intervención del Estado, de las que luego dijo que no había tenido noticia probablemente mintiendo, por lo que por su acción u omisión tiene en ello una clara responsabilidad penal.

Pero ocurre que ambos Chaves y Griñán son dos expresidentes de la Junta de Andalucía y también dos expresidentes nacionales del PSOE. Y además son los padrinos de la carrera política de la presidenta andaluza Susana Díaz, la que ahora sale en la defensa de sus mentores sin ni siquiera hacerse eco de la responsabilidad política que es flagrante y despreciando de entrada los indicios penales que los adornan. De igual manera Díaz no denuncia, ni actúa como debiera, frente a sus compañeros de la UGT andaluza y por supuesto calla, como calla el nuevo líder Pedro Sánchez, ante la responsabilidad política de estos escándalos ‘ugeteros’ del secretario general Cándido Méndez, otro que escurre el bulto con gran facilidad.

Desde luego estas actitudes encubridoras u huidizas no tienen nada que ver con el discurso de Pedro Sánchez de transparencia y lucha contra la corrupción. Y la permanencia de Cháves y Griñan en sus escaños del Senado también desmienten sus propuestas de destinadas a eliminar los aforamientos. De manera que, en esto de la corrupción, el PSOE está tan manchado como el PP o CiU, por lo que de nada o poco han servido los relevos de liderazgo en el nivel nacional o en el patio político andaluz.

Y a la espera estamos de que salga a la luz el inventario completo del nepotismo, o la colocación en cargos públicos, de los amigos y familiares de dirigentes andaluces del PSOE en las instituciones de la Junta de Andalucía a lo largo de sus ocho provincias, porque semejante investigación arrojaría un resultado espectacular que dejará en pañales el reciente escándalo del Tribunal de Cuentas.

En suma un inventario de corrupciones y abusos andaluces en la Comunidad más deprimida y empobrecida de España que, es por otra parte, la columna vertebral de la militancia y del aparato del PSOE, como lo demuestra el encausamiento ahora en el Tribunal Supremo de dos ex presidentes nacionales de este partido. Por lo que llama poderosamente la atención que Susana Díaz hable de ‘juicios mediáticos’ cuando lo que debería hacer es una enorme limpieza en su partido y en la Junta y además pedir perdón.

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