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La deuda externa: cómo las élites desangran España

La actual crisis sistémica de la economía española se encuadra dentro de lo que técnicamente se denomina una recesión de balances. Ése ha sido, es y será nuestro diagnóstico sobre la economía patria. Bajo este análisis la dinámica actual de nuestro país simple y llanamente es insostenible. Tenemos un volumen de deuda -privada, pública y externa- que no se va a poder pagar, salvo que se pretenda arruinar definitivamente las expectativas de vida de los españoles. Debo confesarles que nuestras élites patrias hace ya tiempo que se pusieron manos a la obra, trasladando sus errores al resto de la ciudadanía.

Por eso, lo que empezó siendo un problema de deuda privada ha acabado contaminando definitivamente a la deuda pública. Detrás de la brutal expansión de nuestra deuda soberana no se encuentra en absoluto el interés de quienes nos desgobiernan de mejorar nuestras condiciones de vida –educación, empleo, pensiones, sanidad, dependencia, vivienda…–. La mitad del incremento de la deuda pública se ha destinado a financiar a terceros, sanear sus desaguisados.

Las ayudas públicas al sector bancario español –medidas de capitalización, adquisición de activos, garantías y avales, préstamos y líneas de liquidez– oscilan entre los 730.000 millones y los 1,4 billones de euros, según se incluya o no el aval implícito del Estado a los depósitos bancarios. Es cierto que no todas estas ayudas son deuda pública, pero sí una cuantía relevante, entre 300.000 y 400.000 millones de euros. Pero a pesar de ello, por muchas pruebas de resistencia que se hagan a nuestra banca, el crédito ni está ni se le espera. De ello ya hablaremos en nuestro próximo blog. Quédense con un dato, después de todas las ayudas públicas a nuestro sistema bancario, el déficit de capital total de solo cuatro de los cinco grandes bancos españoles, según el Centre for Risk Management HEC, ubicado en Laussane, se aproxima a los 25.000 millones de euros.

La deuda total: pública, privada y externa

Es fundamental, en nuestro análisis, por lo tanto, actualizar y analizar la evolución de la deuda de nuestro país a partir de los datos publicados por Banco de España y recogidos, dentro del apartado de estadísticas, en el epígrafe cuentas financieras de la economía española, concretamente en el capítulo 2. El 15 de octubre se dieron a conocer las cifras correspondientes al segundo trimestre de 2014, con la nueva metodología SEC 2010.

En la información que adjunto en los cuadros 1 y 2, a diferencia de otras veces, donde me centraba exclusivamente en la evolución temporal de la deuda total y su distribución por sectores –administraciones públicas, familias, sociedades no financieras, sociedades financieras-, en este blog analizo dos fotos fijas, cierre de 2008 y el último dato disponible-. La idea, además de reflejar la deuda total y su distribución, consiste en analizar cómo ha evolucionado lo que debemos al resto del mundo, nuestra deuda externa, su cuantía y qué sectores patrios son quienes tienen esas deudas con el exterior.

Cuadro 1.- Deuda Externa España según distintos sectores a cierre 2008

La deuda que desde los sectores residentes españoles se debe a acreedores extranjeros, a cierre de 2008, ascendía a casi 1,08 billones de euros, cifra que representaba cerca del 99% del PIB español. Esta cantidad significaba el 27% de la deuda en su conjunto de la economía española. El resto era deuda entre sectores residentes.

De esas cifras, la parte de deuda pública en manos de extranjeros representaba únicamente el 20% del total de la deuda externa patria (212.900 millones de euros), mientras que todo el sector privado debía al exterior el 80% restante (864.484 millones de euros). Las entidades financieras eran las principales deudoras frente al exterior, con un 54% de la deuda externa española (584.102 millones de euros), mientras que las sociedades no financieras adeudaban el 26% restante (278.087 millones), y las familias apenas un marginal 0,21%. Así, según los datos de Banco de España, en 2008 los actores privados debían al extranjero una cantidad cercana al 80% del PIB español.

Cuadro 2.- Deuda Externa España según distintos sectores a cierre 2º Trimestre 2014

Según el último dato disponible, cierre del segundo trimestre del año en curso, la deuda externa asciende casi a 1,1 billones de euros, cifra que representa cerca del 107% del PIB español. Esta cantidad significa el 26% de la deuda en su conjunto de la economía española. El resto es deuda entre sectores residentes. La cifra es muy parecida a 2008, pero la composición ha variado drásticamente. El 47% de la deuda externa corresponde ahora al sector público, prácticamente la mitad, frente al 20% de 2008. Por el contrario, las deudas que nuestras entidades financieras deben al exterior representan “solamente” el 31% del total de nuestra deuda externa, frente al 54% en 2008. Mientras, la deuda externa de las sociedades no financieras representa el 26% del total de la deuda patria con el exterior, cifra idéntica a 2008.

Lo que estos datos confirman es el porqué desde el exterior, con el apoyo entusiasta de las élites bancarias patrias y sus brazos políticos, se impuso una política de austeridad. Se trataba de disponer recursos públicos para destinarlos a financiar a terceros, a ellos. El rescate al sistema financiero español consistía únicamente en proporcionar recursos al sistema financiero patrio para que pudiera hacer frente a sus deudas, aplicando duros procesos de reestructuración interna con el fin de liberar recursos, por si acaso. En realidad no se trataba de un rescate al sistema financiero patrio, sino a los sistemas financieros alemán y francés, manteniendo de paso en sus sillas a la gerencia patria.

Un segundo aspecto complementario de este análisis, que en su momento ya hicimos, es el fracaso de las denominadas reformas estructurales, destinadas aparentemente a mejorar nuestra competitividad. El «repentino» e intenso empeoramiento de nuestro sector exterior durante los últimos trimestres ha incrementado la deuda externa neta de nuestra querida España hasta alcanzar un nuevo récord histórico.Aún no hemos salido de la crisis y una nueva crisis de balanza de pagos se cierne sobre nuestra economía. ¡Pero es que el objetivo era otro, proteger a acreedores foráneos y a nuestra gerencia bancaria! ¡Qué desastre!

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