Andalucí­a por debajo del umbral de la pobreza.

Son 697.000 familias, compuestas por 2 millones de personas de los cuales el 50% sufren una situación de exclusión severa. En el acto de presentación del informa, dirí­gido por el presidente de Cáritas Regional, el Arzobispo de Sevilla y un miembro del Equipo de Estudios de Cáritas se denunció como estos datos no son solo de la crisis sino de una situación estructural en Andalucí­a.

La región más poblada de España tiene la segunda tasa de exclusión más alta del país con un 38,3% y como ha crecido la desigualdad en un 9,1% desde el 2008 al 2012.

En el empleo el 47% de los andaluces está excluido del empleo y son 32% de los hogares los que tienen miembros en el paro.

«El 17% de los hogares tiene a todos sus miembros en el desempleo»

Más del 21% de las familias tiene avisos de corte de luz, agua o gas. El 25% tiene privaciones de asistencia sanitaria y el 21% no accede a los medicamentos prescritos por falta de recursos.

¿Cómo es posible está situación que comienza a recordarnos a la Argentina del Corralito?

Andalucía al mismo tiempo es por ejemplo el 4º receptor turístico del país, con 30 millones de visitantes cada año; la segunda flota pesquera nacional en importancia productiva, la tercera en producción científica, solo por detrás de Madrid y Cataluña; tiene industria en sectores estratégicos como la metalurgia, la química o la producción energética; Cerca del 57% de la tierra de Andalucía se dedica a la agricultura y ganadería; Por último también tiene una importancia destacada en la minería sobre todo en extracción de metal y metal precioso.

«De conjunto Andalucía es una maquina de producir riqueza que en el 2010 tuvo un PIB de 141.797 millones de euros»

Si estas dos realidades pueden convivir en la misma región es solo porque desde el Gobierno Regional y Nacional se ha trabajado activamente contra el desarrollo andaluz. Por un saqueo de recursos y presupuestos hacia la gran banca, determinados monopolios y, especialmente en Andalucía, de determinados grandes terratenientes.

No se trata de la corrupción con la que cada día abren los telediarios. Se trata de que ese 57% de tierras dedicadas a la agricultura y ganadería pertenecen a un puñado de familias terratenientes que en muchos casos las mantiene improductivas. Se trata de, como denunció hace dos años la patronal de la energía renovable, se impide el desarrollo de fuentes de energía alternativas, afectando principalmente a medianos y pequeños propietarios. Se trata de que cada día la Junta de Andalucía paga a la banca 6 millones de € solo en intereses de la deuda pública.

Lo que sufre Andalucía como denuncia el informe es algo estructural. Es un saqueo histórico impuesto por la oligarquía y las familias terratenientes. Andalucía produce 140.000 millones al año, pero de esa ingente cantidad de riqueza han quedado excluidos radicalmente el 25% de los andaluces. Porque para que la oligarquía crezca la ciudadanía tiene que menguar su poder adquisitivo.

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