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Telefónica negocia una alianza estratégica con BT para crear un gigante europeo

César Alierta ha pasado a la ofensiva para defenderse del enemigo americano que quiere aprovecharse de la desintegración del sector de las telecomunicaciones en Europa. Guiada por esta nueva consigna, Telefónica está explorando una alianza estratégica con British Telecom para crear un gigante europeo. Fuentes de la operadora aseguran que, aunque «no hay nada concreto, permanecemos atentos a los movimientos que se están produciendo en el Reino Unido», entre los que se incluiría una posible convergencia de negocios con BT. El acuerdo podría pasar por la venta de O2, filial británica de la operadora española, a cambio de recibir el 20% del capital del grupo británico.

El movimiento es una respuesta a AT&T y su interés por hacerse con una operadora de peso en el Viejo Continente. En este contexto se enmarcan las declaraciones del pasado jueves de César Alierta, para quien “Estados Unidos no tiene interés en que Europa tenga líderes de internet”. El presidente del primer operador español agregó que ninguna empresa europea está entre las veinte primeras del mundo en el negocio de las telecomunicaciones, en clara referencia al tamaño alcanzado por compañías como Google o Apple.

Con este objetivo, Alierta ha propuesto a British Telecom unir sus fuerzas y crear una compañía con el músculo suficiente para hacer frente al intento de invasión de los gigantes estadounidenses. Por ejemplo, sólo AT&T vale en bolsa 182.300 millones de dólares (unos 145.400 millones de euros) una vez y media la suma de las capitalizaciones de la compañía española y la británica.

Según distintas fuentes, las negociaciones entre Telefónica y British Telecom están avanzadas, si bien no se ha alcanzado todavía ningún acuerdo definitivo. Entre otras cosas, porque otra operadora de las islas, Everything Everywhere (EE), también se ha interesado por BT. La filial en Reino Unido del grupo presidido por Alierta tiene una cifra de negocios anual próxima a los 7.000 millones de euros, con un beneficio de explotación cercano a los 1.700 millones y un margen sobre el OIBDA del 25%.

Las conversaciones se enmarcan dentro del análisis que ha hecho Telefónica sobre su futuro en el mercado británico. Aunque la multinacional española sigue confiando en O2, ha dejado abiertas todas las puertas. Según declaró el consejero delegado del grupo, José María Álvarez Pallete, la semana pasada en unas jornadas organizadas por Morgan Stanley, la compañía tiene todas las alternativas abiertas en el Reino Unido, incluida la venta de su filial, si los consumidores evolucionan hacia ofertas convergentes que unen los servicios de telefonía fija, móvil y televisión.

“Si el mercado se enfoca hacia la convergencia, entonces tendremos que evaluar nuestras opciones”, señaló el número dos de Telefónica, que reconoció que BT puede romper el mercado si irrumpe de nuevo en el segmento móvil. “Ahora estamos bien situados, pero la posición que logre BT cuando lance su servicio móvil será un evento clave”, en relación a que el mayor operador de telefonía fija del país unirá en un solo paquete las líneas tradicionales, el móvil y su red de internet. Virgin, EE y Vodafone ya han dado ese paso de ofrecer en un solo paquete todos los servicios.

La española no tiene negocio de telefonía fija en el Reino Unido después de que a mediados del pasado año vendiese sus 500.000 clientes al grupo de telecomunicaciones Sky, uno de los mayores operadores de televisión de pago de Europa, una operación por la que ingresó 200 millones de euros, que ahora pretende corregir con la alianza estratégica con British Telecom.

O2 cuenta con 24,32 millones de clientes en el Reino Unido, de los que 24,08 son exclusivamente de telefonía móvil. De estos, cerca de un 56% son de contrato y el resto de prepago. La filial de Telefónica apenas mantiene un remanente de líneas fijas –221.000– y de 17.800 clientes de internet. Por su parte, BT, que separó en dos compañías su negocio minorista, tiene 9,7 millones de líneas fijas, un negocio en constante caída y cerca de un millón de clientes de televisión de pago. Además, la británica cuenta con otras divisiones, como la banda ancha, donde tiene casi 7,5 millones de accesos.

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