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Susana Dí­az ganará, pero deberá pactar

Andalucía, una comunidad que es históricamente el principal fortín del PSOE, inicia el próximo 22 de marzo el vertiginoso ciclo electoral de 2015, donde se vaticinan cambios notables. Los socialistas, que gobiernan la autonomía más poblada desde 1982, ganarán las elecciones del 22-M, pero perderán apoyos respecto a los comicios de hace tres años y se quedarán lejos de la mayoría absoluta, según una encuesta de Metroscopia para EL PAÍS. La atomización del voto hunde al PP, castiga a Izquierda Unida y lleva en volandas a Podemos y Ciudadanos, que entrarían con fuerza en un Parlamento fragmentado en el que podrían tener la llave de la gobernabilidad.

El anticipo permitirá a los socialistas recuperar su hegemonía en Andalucía —que perdieron en 2012 ante el PP de Javier Arenas—, pero con los peores resultados de la historia autonómica, según Metroscopia. El PSOE ganará los comicios, que se van a celebrar en tres semanas, con el 34,6% de los votos, cinco puntos menos que hace tres años. Pese a esta caída que apunta el sondeo, la victoria en Andalucía supondría un respiro para un partido que afronta con muchas dudas las citas con las urnas que seguirán al 22 de marzo: las elecciones autonómicas y municipales de mayo; las catalanas de septiembre y las generales, previstas para finales de año.

Si el PSOE sufre un castigo por el empuje de las formaciones emergentes, el PP se asoma al abismo, cuando no a la debacle. El candidato popular, Juan Manuel Moreno, que fuera secretario de Estado con Ana Mato en Sanidad, obtendría el 22,7% de los sufragios, 18 puntos menos de los que logró Javier Arenas hace solo tres años (40,7%). Este resultado llevaría al PP andaluz por el túnel del tiempo, en concreto, hasta las elecciones de 1990, cuando obtuvo el 22,2% de los votos.

El PP no se constituyó como verdadera alternativa de Gobierno en Andalucía hasta las elecciones de 1994, cuando Arenas concurrió por primera vez como candidato autonómico. Arenas renunció al liderazgo del PP andaluz en 2012, tras cuatro intentos fallidos de llegar al Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta.

Como tercera fuerza del Parlamento autónomo se situaría Podemos, la formación que dirige Pablo Iglesias. Su candidata, Teresa Rodríguez, perteneciente al sector crítico de la nueva formación, obtendría el 16,7% de los sufragios, buena parte de ellos procedentes de IU y del PSOE.

La gran sorpresa en los comicios andaluces será Ciudadanos, el partido que dirige Albert Rivera, según el sondeo de Metroscopia. Sin una implantación sólida en la comunidad, el candidato de Ciudadanos, Juan Marín, lograría el 11% de los votos y colocar a su partido como cuarta fuerza en la Cámara andaluza. Marín es concejal en Sanlúcar de Barrameda, donde apoya al PSOE. En este caso, todo apunta a un importante trasvase de votos del PP a Ciudadanos, formación a la que dirigentes populares y del Gobierno están dirigiendo sus críticas en las últimas semanas.

Al quinto lugar, según el sondeo, quedaría relegada Izquierda Unida, cuyo cabeza de cartel, Antonio Maíllo, su coordinador regional, lograría el 6,8% de los votos, 4,5 puntos menos que en las elecciones de hace tres años (11,3%).

Con estos resultados, Metroscopia hace la siguiente atribución de escaños. El PSOE obtendría entre 40 y 44 diputados; el PP, entre 27 y 31; Podemos, entre 18 y 22; Ciudadanos, entre 8 y 12; e IU, entre cinco y nueve. En la actualidad, el PP tiene 50, el PSOE 47 e IU, 12.

El Parlamento andaluz cuenta con 109 diputados, por lo que el umbral de la mayoría absoluta se sitúa en 55. Con estos resultados, Susana Díaz podría intentar gobernar en minoría, con pactos puntuales con otras fuerzas, pero le obligaría a estar sometida a una fuerte inestabilidad política. Otra opción sería cerrar un acuerdo de coalición. La dirigente socialista ha reiterado que tras el 22-M no pactará ni con el PP (la llamada gran coalición) ni con Podemos. Y en función de los resultados que arroja la encuesta de Metroscopia y del mensaje de Díaz, la única opción que tendría el PSOE sería pactar con Ciudadanos, siempre y cuando los dos partidos lleguen a la horquilla máxima de escaños.

En caso de no llegar, la siguiente opción para garantizar la gobernabilidad de Andalucía pasaría por un acuerdo tripartito entre PSOE, Ciudadanos e IU. Esta situación sería similar a la que apuntaba el pasado domingo la encuesta de Metroscopia sobre la Comunidad de Madrid, en la que también se necesitaba un acuerdo a tres bandas para sumar mayoría absoluta.

Entre los candidatos andaluces, Susana Díaz es la más conocida (95%) y la única que tiene entre los electores un saldo positivo (la diferencia entre los que la aprueban y la suspenden), con un +3. El candidato del PP alcanza ya un conocimiento ciudadano del 62%, pero obtiene la peor valoración de los aspirantes (-19).

La decisión de la presidenta de la Junta de Andalucía y candidata socialista, Susana Díaz, de romper el Gobierno de coalición con IU y adelantar casi un año las elecciones andaluzas con el argumento de que no tenía estabilidad cogió a contrapié a todos los partidos. Especialmente afectó a Podemos y Ciudadanos, que han tenido que apresurarse para elegir candidatos y diseñar su programa.

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