Morón se convertirá en la "base de África" de EEUU

El invisible recortador de nuestra soberaní­a

Por mandato norteamericano Morón de la Frontera, a sólo 56 kilómetros de Sevilla, se va a convertir, según palabras del Pentágono, en «la base de África» de EEUU. Pasará a ser la principal base del Mando de los EEUU para África (USAFRICOM). Se ampliará el despliegue de la Fuerza Especial de Respuesta de Crisis del Cuerpo de Marines a 3.500 efectivos y 40 aeronaves.

Todo un despliegue que busca convertir nuestro suelo en la principal plataforma de las intervenciones norteamericanas en el Norte de África, pero también en Oriente Medio o la frontera rusa.

Todos tenemos muy presente los riesgos que ello comporta.

Y no es un peligro coyuntural. El papel de España dentro de la estrategia militar norteamericana global ha dado un salto cualitativo. Y eso va a tener consecuencias para todos. «No se puede luchar contra los recortes y aceptar al mismo tiempo la subordinación militar a EEUU»

Para concentrar su atención en Asia, con el objetivo de contener la emergencia china, Washington necesita resolver los conflictos que le obligan a dispersar sus fuerzas en otras áreas del planeta. Y ha exigido a los países bajo su dominio, a lo que ellos llaman desvergonzadamente “Estados vasallos”, una implicación directa y en primera línea en sus guerras imperiales, desde Libia hasta Ucrania.

Dentro de este diseño norteamericano, la posición estratégica de la península ibérica, y el carácter de aliado fiable de España (es decir su grado de intervención sobre nuestro país y la sumisión de la oligarquía y los sucesivos gobiernos) le hacen jugar un papel clave.

Lo estamos comprobando.

Al despliegue en Morón se une la instalación del escudo antimisiles en Rota, donde ya ha llegado un destructor y se espera otro en otoño.

Aviones españoles participan en las operaciones militares de la OTAN en Ucrania o en la instalación de misiles Patriot en Turquía que apuntan a Siria.

Pedro Morenés, actual ministro de Defensa, ha anunciado que España participará en la operación militar en Libia, camuflada de “lucha contra la inmigración ilegal”.

La ampliación de la presencia militar en Morón se ha aprobado en un tiempo récord. EEUU exigía convertirla en permanente, lo que exigía reformar el convenio bilateral de Defensa, algo que exige la aprobación del Parlamento y no únicamente la autorización del gobierno.

Las prisas norteamericanas están directamente relacionadas con el avance del viento popular y patriótico. La nueva correlación de fuerzas política va a dificultar la ejecución de los mandatos norteamericanos, que tanto Zapatero como Rajoy han aprobado sumisamente.

Los más de nueve millones de españoles que el 24-M votaron contra el bipartidismo y los recortes exigen también que España se convierta en una referencia de paz y neutralidad. Pero también la mayoría de votantes del PSOE o del PP no comparten, como ya ocurrió durante la guerra de Irak, el alto precio a pagar que Washington exige.

No podemos aceptar que se recorte nuestra soberanía para encadenarnos a la maquinaria militar del imperio. No estamos dispuestos a consentir que el suelo español se convierta en plataforma de agresión a otros pueblos.

Es mucho lo que nos jugamos. Los mismos que nos recortan salarios, sanidad o pensiones nos obligan a participar en sus guerras. Washington empuña en una mano el FMI y en la otra la OTAN o las bases.

Por eso debe levantarse en España un movimiento general de rechazo, que una al 90% de la población, a nuestra implicación en las “guerras del imperio”. Exigiendo en primer lugar la derogación del acuerdo que permite la ampliación de la presencia militar norteamericana en Morón o la instalación del escudo antimisiles en Rota.

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