Atentados en Francia, Túnez y Kuwait

Repulsa y condena

En un sólo dí­a, tres atentados terroristas en Francia, Túnez y Kuwait -y por confirmar otro en Somalia- han dejado un reguero de 88 muertos. Aunque no se ha verificado aún una conexión común, la reivindicaciones yihaddistas de todos ellos apuntan a esa posibilidad. Vaya por delante nuestra solidaridad con las ví­ctimas y nuestra más firme condena al terrorismo.

Francia: Esta mañana, en una fábrica química de Saint-Quentin-Fallavier, al este de Francia, una furgoneta de una empresa de reparto conducida por Yasin Salhi ha dejado un hombre decapitado junto a banderas con inscripciones yihaddistas. Inmediatamente después, el terrorista lanzó la furgoneta contra unas bombonas de gas que había almacenadas provocando una fuerte explosión, aunque afortunadamente sin víctimas mortales. El cadáver decapitado se ha identificado luego como el gerente de la empresa de transportes en la que trabajaba Salhi, que ha sido detenido por la fuerza poco después.

Kuwait: Un atentado, reivindicado por el Estado Islámico (EI), en la mezquita chií de al Emam AlSadiq ha dejado un sangriento rastro de más de 50 cadáveres y más de 200 heridos. El ataque, perpetrado por un suicida que portaba un cinturón cargado de explosivos, ha ocurrido en un momento en el que en el templo se reunían más de 2000 personas. El atentado puede tener fuertes implicaciones desestabilizadoras en el país del Golfo Pérsico, que cuenta con un 70% de sunnies y alrededor de un 30% de chiíes «El atentado de Túnez asienta las bases para una espiral de violencia más profunda en el Norte de África, justo en el momento en el que la OTAN se prepara para intervenir de nuevo en Libia»

Túnez: Otro atentado yihaddista contra dos hoteles de a turística localidad turística de Susa, ha dejado el macabro saldo de 37 muertos. Hombres armados penetraron en dos hoteles -uno de ellos el hotel Imperial Marhaba, de la cadena española Riu- y abrieron fuego de forma indiscriminada en la playa, acabando con la vida de trabajadores tunecinos y turistas extranjeros. Según fuentes oficiales, de momento no se tiene constancia de víctimas españolas.

Apenas cuatro meses después de que el ataque terrorista al Museo del Bardo dejara 25 muertos (entre ellos un matrimonio español) y dejara mortalmente herida la industria turística del país -el principal sector económico de Túnez- el atentado de hoy asienta las bases para una espiral de violencia aún más profunda en el país y todo el Norte de África, justo en el momento en el que la OTAN se prepara para intervenir de nuevo en Libia (bajo la bandera de una intervención contra las redes mafiosas de tráfico de inmigrantes), utilizando a España (sus bases y sus tropas) como peones militares al servicio de sus intereses.

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