El Supremo de EEUU legaliza el matrimonio homosexual

Orgullo y victoria de Stonewall

Desde los disturbios del bar Stonewall en 1969 -que dieron lugar al Dí­a del Orgullo Gay- a la sentencia del 26 de junio de 2015 hay un largo camino: casi 50 años de lucha por los derechos civiles de los homosexuales en EEUU. Una lucha al principio muy a contracorriente, pero que hoy la gran mayorí­a de la sociedad norteamericana respalda y defiende. Un largo camino que no ha acabado -ni en EEUU ni en el mundo- pero que tiene en la legalización del matrimonio homosexual en todo el territorio estadounidense un hito de libertad y progreso que todos los demócratas del planeta celebramos.

En una reñida votación -4 votos en contra, 5 a favor- el Tribunal Supremo de los EEUU ha dictado una sentencia que declara ilegales las leyes que en 14 Estados prohibían casarse a personas del mismo sexo. Hasta ahora ya era legal en 36 Estados, pero otros como Michigan, Kentucky, Ohio y Tennessee se aferraban a definir el matrimonio como la unión entre hombre y mujer. Pero eso es historia: el matrimonio homosexual es definitivamente legal en todo el país sin excepción posible.

Es un triunfo descomunal en un país que encierra una terrible historia de discriminación -contra las minorías étnicas y las sexuales- pero que también atesora una vigorosa y honda tradición de lucha por los derechos civiles. EEUU, la superpotencia más poderosa del planeta, tiene un opresivo y gigantesco aparato de Estado… y al mismo tiempo una sociedad civil repleta de fuerzas de resistencia a su control. Así, la negativa de Rosa Parks a sentarse en un asiento de bus sólo para blancos fue la mecha que prendió la lucha de los afroamericanos. Y la revuelta de un garito de maricas del Greenwich Village neoyorquino contra una homófoba redada policial fue el pistoletazo de salida de un movimiento que ha conseguido cotas de derechos y libertades impensables hace pocas décadas. «Con la sentencia en EEUU y el reciente referéndum en Irlanda, el matrimonio homosexual es hoy reconocido en veinte países del mundo.»

Con la sentencia en EEUU y el reciente referéndum en Irlanda, el matrimonio homosexual es hoy reconocido en veinte países del mundo. Y aunque el mérito en haber iniciado esta conquista corresponde a los Países Bajos (2001), fue la ley española (2005) la primera del mundo en reconocer plenos derechos a los cónyuges del mismo sexo. El movimiento LGTB de nuestro país puede sentirse orgulloso de haber sido la base para derribar las limitaciones de las leyes de otros países y de haber creado el modelo para las legislaciones posteriores.

Pero la lucha por los derechos LGTB debe seguir, hay aún todo un mundo que conquistar. Otros derechos civiles, como los de adopción, están aún en pañales. Y aunque cada año surgen nuevos oasis de libertades para los homosexuales, el resto de países sigue en el desierto de la discriminación. Pero los tiempos están cambiando, y nada va a poder evitarlo. Celebremos hoy la victoria de Stonewall, 46 años después.

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