El nuevo gobierno de Puigdemont

Sumar fuerzas para amputar mejor

«No le quepa duda» respondió Puigdemont a Iceta cuando éste le preguntó si aplicarí­a la declaración unilateral de independencia aprobada por el Parlament de Catalunya. Esto fue hace apenas unos dí­as; un domingo por la tarde en el pleno de investidura más precipitado de la historia de la democracia. «Puigdemont descarta aplicar una declaración unilateral de independencia», estas son las declaraciones del president de la Generalitat cuatro dí­as después. .. ¿Cuál es entonces el verdadero proyecto del gobierno catalán?

Aunque seguramente dentro de unas semanas podremos responder mejor a esta pregunta podemos sacar ya algunas conclusiones:

El objetivo que tiene el gobierno de la Generalitat es llevar adelante el proyecto de fragmentación sumando a nuevos sectores de la población. Para ello va a evitar el choque con la legalidad u otro tipo de choques que puedan restarles apoyos.

Dice Francesc-Marc Alvaro en la Vanguardia que la pregunta que recorre reuniones y conferencias estos días en Barcelona es: ¿Cómo hacer crecer el 48% que se expresó el 27-S?. «Los votos que sumaron Junts x Si y la CUP el 27-S no sumaron el 48% sino el 35% del censo. Sólo uno de cada tres catalanes apoyaron la fragmentación»

El camino diseñado para conseguir este objetivo es convencer a los catalanes que todavía no se han sumado al «procés» de sus bondades, hacerlo a través de la elaboración de una Constitución que sea más avanzada que la española y del llamado plan de choque social con una dotación de 270 millones para la sanidad, la educación…

Sumar fuerzas y no restar. Para ello es fundamental evitar «choques de trenes». Por eso Junts x si y la CUP han aceptado que la comisión sobre como llevar adelante el «procés» sea sólo de estudio y no de legalidad con el objetivo explícito de sumar a Catalunya si que es Pot.

¿Esto significa que hay un cambio en los objetivos del nuevo gobierno? No, de hecho el mensaje que les transmitió Puigdemont a todos los miembros de su gobierno el día de su nombramiento fue: «Os pido lealtad, os invito a hacer todo lo que sea necesario para explicar bien lo que hacemos, os invito a que no renunciéis a nada..»

No es un 48% es un 35%

Pues bien, señor Puigdemont para conseguir este objetivo lo primero que ha de tener usted claro es que no le salen los números.

Los votos que sumaron Junts x Si y la CUP el 27 de septiembre no sumaron el 48% sino el 35% del censo. Y esto hay que tenerlo bien en cuenta, porque no estamos hablando de elegir a un gobierno para cuatro años, sino de apoyar o no un proyecto que nos implica a todos se supone para bastante tiempo.

Y a esto se le añade que estos votos no se repitieron en las elecciones generales sino que dos meses después los votos de Convergencia Democrática de Catalunya y ERC no llegaron ni siquiera al 20% del censo.

Ustedes se arrogan de un mandato popular emanado de las urnas el 27 de septiembre que no es ni mucho menos expresión de la mayoría del pueblo catalán.

El Plan de choque está por ver

Sin duda es una táctica vamos a llamarle «inteligente» ofrecer un plan de choque social al cinturón obrero de Cataluña a cambio de «tragar» con la independencia. ¿Pero va a renunciar la burguesía burocrática catalana aunque sea durante un corto período al saqueo sistemático al que ha sometido a la sociedad catalana?

En este sentido Oriol Junqueras nos ha ofrecido unas declaraciones diciendo que posiblemente los nuevos presupuestos no podrían entrar todavía en vigor y que seguramente tendría que prorrogar los actuales…

¡Cuidado con la sanidad!

Los expertos dicen que los 270 millones previstos en el plan son totalmente insuficientes para revertir ni siquiera en una mínima parte los recortes llevados adelante por el gobierno de Artur Mas.

La sanidad es especialmente preocupante. En los últimos cinco años se clausuraron medio centenar de CAP (Centros de Asistencia Primaria) en alguno de sus tramos horarios, sobre la inversión necesaria para volver a abrirlos el plan de choque no dice nada. Tampoco dice nada de la readmisión de los 5.810 profesionales despedidos entre médicos, doctores y enfermeras.

Una de las peores consecuencias de la eliminación de personal ha sido el incremento de las listas de espera que se «solucionó» contratando miles de operaciones y diagnósticos a hospitales de titularidad privada y con ánimo de lucro; sobre todo del grupo IDC Quirón Salud, el grupo que monopoliza la asistencia privada sanitaria en Cataluña.

Esta ha sido una de las principales razones de denuncia del gobierno de Artur Mas que ha tenido desde el principio como Conseller de Sanidad a Boi Ruiz, anteriormente presidente de «Unió Catalana de Hospitales Privados» y que ha realizado un gigantesco trasvase de fondos de la sanidad pública a sus negocios.

Broma pesada del nuevo conseller de sanidad: Toni Comín

Toni Comín no proviene de las médicas privadas, ni siquiera tiene ninguna experiencia en sanidad, tampoco es del mismo partido que el señor Boi Ruiz. Comín es licenciado en Políticas y profesor de ESADE, empezó su andadura política en el Partido Socialista de Catalunya y en los últimos años ha entrado oportunamente en Esquerra Republicana.

El día del traspaso de cartera, Toni Comín aseveró «recibir una muy buena herencia»del exconseller Boi Ruiz y le «agradeció que aguantara el sistema público»!!!

Parece una broma macabra. De Boi Ruiz se dijo muchas veces que cómo iba la zorra a cuidar el gallinero, posiblemente el gobierno de Puigdemont sea el de los lobos con piel de cordero.

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