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El déficit público abre el melón sobre la necesaria reforma del sistema de pensiones

Los datos que publicó este jueves el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas ponen de manifiesto el problema de ingresos que tiene la Seguridad Social, con un nivel de cotizaciones absolutamente insuficiente para cubrir los gastos y garantizar la suficiencia del sistema a largo plazo. La Seguridad Social acabó 2015 con un déficit del 1,26% del PIB, el doble de lo que se habí­a pactado con Bruselas (0,6%).

Los datos que publicó este jueves el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas ponen de manifiesto el problema de ingresos que tiene la Seguridad Social, con un nivel de cotizaciones absolutamente insuficiente para cubrir los gastos y garantizar la suficiencia del sistema a largo plazo. La Seguridad Social acabó 2015 con un déficit del 1,26% del PIB, el doble de lo que se había pactado con Bruselas (0,6%).

De hecho, la situación no ha hecho más que empeorar desde que el sistema entró en déficit en 2011, cuando se anotó un saldo negativo del 0,10% del PIB. Un año después, esta cifra ya había crecido hasta el 0,98% y en 2013 superó el umbral del 1%. En 2014 el saldo se moderó ligeramente, hasta el 1,04%, pero en 2015 ha vuelto a repuntar hasta el 1,26%

En lo que va de año, las cuentas de la Seguridad Social han arrojado un superávit de 3.036 millones, una cifra que también debería preocupar porque supone un descenso de casi el 10% respecto a lo que había en los dos primeros meses de 2015.

¿Por qué van tan mal las cuentas del sistema? Por los pocos ingresos que generan las cotizaciones sociales, sobre todo tras la fuerte destrucción de empleo que ha provocado la crisis y en un momento en el que paro sigue en el entorno del 20%. Cuando el Gobierno elaboró las previsiones del año 2015 fijó una estimación de ingresos por cotizaciones de casi el 7% y finalmente no han llegado ni al 2%.

El propio Montoro, en la rueda de prensa para presentar los datos, reconoció que ha llegado el momento de estudiar si los ingresos por cotizaciones tienen que seguir siendo la fuente principal para pagar las pensiones. Sin embargo, ha recordado que este tipo de cambios no debe hacerlos un Gobierno de forma unilateral, sino que tienen que acordarse en el Pacto de Toledo, aunque el PP ya incluyó en los últimos Presupuestos la posibilidad de que las pensiones de viudedad y orfandad se empiecen a sufragar con impuestos.El envejecimiento de la población y la precarización del empleo complican un poco más este escenario. Cada vez hay más pensionistas en España y los nuevos trabajadores que tienen que pagar esas pensiones perciben sueldos más bajos y, por tanto, realizan cotizaciones menores al sistema. Un círculo vicioso del que urge salir si se quiere mantener el sistema tal y como lo conocemos a largo plazo.

En el mundo económico llevan años saltando las alarmas y son muchos los economistas, organismos e instituciones que alertan del futuro de las pensiones si no se hacen cambios que realmente garanticen la suficiencia del sistema.

Las propuestas del mundo económico

Funcas asegura en su último informe sobre este tema que las pensiones acabarán siendo un 35% más bajas tras los cambios de 2011 y 2013 si no se hace nada para remediarlo. Estos cambios, a su parecer, mejoraron algo los ingresos, pero ignoraron los derechos morales de los pensionistas haciéndoles cargar con todo el coste del envejecimiento de la sociedad. Para cambiar esta situación, propone elevar los ingresos por varías vías, como la creación de impuestos específicos, aumentos en algunos tipos de cotización o un impulso al Fondo de Reserva, que podría llegar incluso a emitir deuda en el futuro.

El IESE, en cambio, lleva tiempo apostando por un mecanismo mixto entre reparto y capitalización similar al sueco, y haciendo que dicha capitalización sea obligatoria o casi obligatoria. Además, en alguna ocasión la escuela de negocios ha propuesto aplicar unas pensiones mínimas enfocadas que dependan de la renta y del patrimonio de sus perceptores. El objetivo sería garantizar unos ingresos mínimos que no tengan en cuenta los historiales de cotización.

¿Qué quieren hacer los partidos?

El Partido Popular quiere favorecer de forma voluntaria la prolongación de la vida laboral y mejorar el tratamiento fiscal de los planes de pensiones. Además, como ha dicho Montoro, quiere circunscribir cualquier cambio del sistema al Pacto de Toledo. Los ‘populares’ también apuestan por crear un fondo de capitalización para los trabajadores similar al ‘fondo austriaco’ durante toda la vida laboral que se harga efectivo en despidos, movilidad geográfica o en la jubilación.PSOE y Ciudadanos, en el acuerdo de gobierno que firmaron tras las elecciones del 20 de diciembre, se comprometieron también a elevar el trabajo del Pacto de Toledo, a financiar parte de las pensiones con impuestos y hacer cambios en las cotizaciones para vincular las aportaciones con los ingresos percibidos.

Podemos, por su parte, apuesta por derogar las dos últimas reformas para volver a la jubilación a los 65 años y a la actualización de las pensiones en función del IPC. Además, también quiere que parte de estas prestaciones se financien vía impuestos. Y se comprometió a diseñar una estrategia para aumentar progresivamente las pensiones no contributivas a lo largo de los cuatro años de legislatura.

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