La reforma laboral que quiere la oligarquí­a

«Reformas de las que duelen»

Rebajar los salarios un 7%, abaratar aún más el despido, recortar la prestación por desempleo, subir el IVA para rebajar las cotizaciones sociales a los empresarios y privatizar el sistema público de pensiones…Son las principales medidas con las que el BBVA pretende que se «profundice la reforma laboral» que vienen exigiendo Bruselas y el FMI. Como ha pedido el jefe de la gran patronal CEOE, Joan Rosell, es necesario llevar a cabo «reformas de las que duelen».

Según el último Observatorio Económico España del BBVA, la reforma laboral del PP “ha reparado algunas de las deficiencias existentes” en el mercado laboral, pero “hay que seguir haciendo nuevas actuaciones para apuntalar la recuperación”. Y por eso propone una nueva “Reforma laboral integral”.

Pero quien pensara que los tiempos duros se han acabado con la “recuperación” que nos venden el PP y BBVA, uno de los puntales de la oligaquía financiera, se equivoca de plano. Sus recetas son vitriolo puro sobre las clases trabajadoras. «La suma de una rebaja salarial del 7% y del 2% de subida del IVA supondría un recorte draconiano del poder adquisitivo de las familias trabajadoras»

Rebaja salarial del 7% El Observatorio del BBVA quiere ante todo una nueva rebaja general del 7% de los sueldos reales, con lo que según ellos se incrementaría la creación de empleo un 10,4% y subiría el PIB más de un 8%. Subida que evidentemente no iría a las rentas del trabajo sino a engrosar las rentas del capital en 80.000 millones de euros.

Para lograr este recorte de los salarios proponen una batería de medidas que, como el propio Observatorio reconoce, buscan “un descenso del salario medio”: Desligar la subida de los salarios del IPC y reducir al máximo la negociación colectiva a los convenios de empresa; “flexibilidad salarial duradera” generalizando la remuneración variable dependiente de la marcha de la empresa; eliminar el salario mínimo para los jóvenes.

Y junto a la rebaja salarial, despidos más baratos, pagados en parte por los propios trabajadores, implantando la llamada “mochila austriaca” para que la indemnización por despido dependa de un fondo aportado por la empresa y por los propios trabajadores. Lo que en las condiciones de temporalidad y precariedad laboral actualesgran parte de los trabajadores no superaría, en el mejor de los casos, los 8 días por año trabajado.

Recorte del paro y castigo a los paradosEl BBVA considera a los parados responsables de su propia situación y propone que una nueva reforma laboral tenga como uno de sus pilares modificar las condiciones actuales para reducir las prestaciones por desempleo, incluso que no cobren prestación si rechazan una oferta de trabajo.

En primer lugar, reduciendo la duración del paro, vinculando el derecho a los ciclos de la economía y acortándolo en “épocas de crecimiento”. Lo que significaría de inmediato reducir los meses que se cobran ahora que dicen que estamos “creciendo”.

En segundo lugar, condicionar el cobro del paro a la participación de los parados en la búsqueda de empleo y endureciendo el sistema de sanciones. Agilizando los procesos sancionadores y elevando las penas para que el rechazo de la primera oferta de trabajo -que hoy ya supone la pérdida de 3 meses de paro- pueda suponer la pérdida completa del paro.

Rebaja de las cotizaciones sociales a los empresarios y subida del IVALa rebaja de las cotizaciones sociales a los empresarios es una de las reclamaciones históricas de la gran patronal.En su propuesta de “reforma laboral integral”, el Observatorio de la oligarquía propone asestar un golpe definitivo: rebajar las cotizaciones de los empresarios a la Seguridad Social en 2 o 3 puntos; eso sí, a cambio de subir 2 puntos todos los tipos de IVA.

Es decir, una rebaja fiscal para los empresarios y que las cotizaciones sociales que ellos dejan de pagar recaigan sobre los propios trabajadores y el conjunto de la población con otra subida de impuestos.

El IVA es uno de los impuestos que más graban a los ciudadanos, subirlo al 23% sería un golpe brutal al bolsillo y a las condiciones de vida de millones de ciudadanos. La suma de una rebaja salarial del 7% y del 2% de subida del IVA supondría un recorte draconiano del poder adquisitivo de las familias trabajadoras.

Quieren mantener y mejorar sus millonarios beneficios a costa de degradarnos aún más y multiplicar el empobrecimiento.

Privatizar las pensionesLa oligarquía financiera tiene entre sus sueños su propia “arca perdida”: controlar los más de 100.000 millones de euros anuales de las pensiones públicas. Y eso es lo que proponen en su reforma laboral.

Para ello el Observatorio del BBVA propone incentivar la prolongación de la vida laboral -una forma de retrasar más allá de los 67 años la edad de jubilación- e “iniciar la transición hacia un sistema público de pensiones basado en cuentas individuales”, similar al modelo chileno. En los hechos una privatización de las pensiones que pone en manos de los bancos y aseguradoras el dinero de las pensiones.

Como dice Borja Suárez Corujo, profesor titular de Derecho del Trabajo y Seguridad Social en la Universidad Autónoma de Madrid, miembro de Economistas Frente a la Crisis, el modelo chileno de capitalización individual, implantado en plena dictadura de Pinochet, se basa en que cada trabajador tiene que abrir una cuenta en una empresa privada, una Administradora de Fondos de Pensiones (AFPs).

Esta cuenta se ha de nutrir de las cotizaciones (aportaciones) de los trabajadores, un 10% de su salario y los intereses que generen. Y está sometida a todo tipo de gastos de gestión.

La conclusión de Borja Suárez es el fracaso del sistema “Lo más relevante es la baja cuantía de las pensiones generadas. Como ha denunciado la Fundación Sol más de un 90% de las pensiones de jubilación pagadas por las AFPs no alcanzan los 147.000 pesos (213 euros), una cuantía sólo equivalente a dos terceras partes del ingreso mensual mínimo”.

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