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Bruselas presiona para que España presente los Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2017 antes del 15 de octubre. Exige que los presupuestos incluyan recortes por valor de 10.000 millones de euros. Y amenaza con aplicar una multa, esta vez de 5.000 millones de euros, si no se presentan a tiempo o no incluyen garantías suficientes. Sea cual sea el gobierno que se forme Bruselas ya ha fijado una de sus principales condiciones: el déficit se paga «sí o sí».
Los presupuestos que Bruselas exige no son nacionales, son los presupuestos de la Troika. Los objetivos impuestos de reducir el déficit hasta el 3,1% en 2.017 y nuevos recortes por 10.000 millones de euros están en función de garantizar los intereses de bancos y fondos extranjeros. Y sobre todo que los PGE garantizan el pago de los más de 120.000 millones de euros, entre intereses y amortización de capital de la deuda que vencen este añoBruselas -que ya se ha garantizado recortes por unos 8.000 millones de euros antes de que acabe este año, comprometidos por el gobierno en funciones de Rajoy- exige que los nuevos recortes recaigan fundamentalmente en las autonomías, y por lo tanto en los servicios básicos como la Sanidad, Educación y Servicios Sociales. «Los recortes que exige Bruselas acabaran recayendo sobre las Autonomías y principalmente sobre los gastos de Educación y Sanidad»
Pero sobre todo impone con los recortes un plan de “vigilancia reforzada”. O lo que es lo mismo, la intervención general de nuestra política económica y el control de las cuantas públicas, que obligará al próximo gobierno a rendir cuentas ante la Comisión Europea cada tres meses, y a someterse a las inspecciones sobre el terreno de los comisarios de Bruselas y el FMI, que vigilarán la aplicación de las medidas y podrán proponer otras adicionales.
Un chantaje en toda reglaRajoy ha hecho de la obligación de presentar los Presupuestos y el techo de gasto antes del 15 de octubre su principal bandera para exigir su investidura con el apoyo de Ciudadanos y el PSOE. Y él mismo se encarga de agitar la amenaza de las sanciones de Bruselas si la formación de gobierno se retrasa.
La Comisión Europea dejó en suspenso la multa de 2.000 millones de euros en julio para beneficiar al PP en las elecciones del 26-J, pero sobre todo para redoblar el chantaje sobre la formación del nuevo gobierno. La amenaza es ahora de 5.000 millones de euros y congelar 1.100 millones de los fondos europeos que corresponden a España, 6.100 millones de euros en total, si los Presupuestos no llegan a tiempo.
Hoy cualquier gobierno con Rajoy sólo puede ser un gobierno débil y sumiso a la Troika para imponer los presupuestos de Bruselas.
Nuestro país y el 90% de la población necesitamos un gobierno fuerte, como el que se podría formar con el apoyo de los partidos que han recibido más de 15 millones de votos contra los recortes (PSOE, Unidos-Podemos, Ciudadanos) y que pueden contar con un amplio apoyo social, desde las a los sindicatos y movimientos sociales a fuerzas extraparlamentarias como Recortes Cero-Grupo Verde. Capaz de presentar otros Presupuestos, sin recortes y haciendo frente a las imposiciones exteriores.