El gasto militar sube un 30%

Ya sabemos porqué fue elegida Cospedal ministra de Defensa: va a justificarnos que el presupuesto sube por causa de un pago en diferido hace una década y que debe afrontar ahora.

Con lo bien que nos explicó la indemnización por el despido de Bárcenas, no cabía duda que era la indicada. Y para no bajar el nivel al que nos tiene acostumbrados ahí va con ese trepidante ritmo de contradicciones del que hace gala. El 16 del noviembre de 2016 la nueva ministra afirmó: «todavía es muy pronto para hablar de un incremento en el presupuesto de defensa». El 16 de diciembre (¡A qué ritmo vive esta mujer que un mes le resulta mucho tiempo!) reconoce que ese gasto sube un 30%. ¿Recuerdan? … la parte contratante de la primera parte…

El asunto es que el gasto militar real lleva muchos años oculto en partidas de varios ministerios: por ejemplo, solo el año pasado se gastaron 856 millones de euros en mayo como partida extraordinaria para pagar deudas por compra de armamento, otros 616 millones en el coste de las operaciones militares en el exterior a cargo del Ministerio de Hacienda, y sumen unos 720 millones más en investigación de uso militar cargados al Ministerio de Industria.

Denunciado este asunto, el Tribunal Constitucional ha forzado a que al menos la partida destinada a amortizar la deuda por compra de armas se sume directamente al Ministerio de Defensa. O sea que el pago aplazado le cuente al que lo gastó. Así que el dinero destinado a preparación para la guerra subirá a 7.558 millones en 2017. Eso a la espera de la llamada de Trump o su encargado para el tema. De momento cumplir como parte del ejército imperial ya obliga a mantener 2.300 efectivos fuera de nuestras fronteras.