La lucha de los enfermos de Hepatitis C

El capital extranjero en la sanidad mata

Se habla de codicia empresarial, de falta de sensibilidad del gobierno… cierto, pero en el fondo hay omisión de auxilio por razón de estado. «En estos momentos de limitaciones financieras hay que priorizar el gasto», es la contestación de la comisión de «expertos» sobre la hepatitis C nombrada por el gobierno. ¿Limitaciones?¿Qué limitaciones se mueven tras esta infamia? Hagamos un poco de memoria.

Pozo con fondo

Gilead, la propietaria de la patente de Sovaldi (el medicamento más avanzado contra la hepatitis C) es una multinacional farmacéutica, brazo biotecnológico de los principales fondos de inversión globales.

No es una empresa cualquiera sino un producto elaborado de una estrategia hegemonista de EEUU sobre la sanidad y la ciencia mundiales.

Desde los 60 EEUU pone en el centro de la investigación biomédica la virología. Tras el fracaso sonoro de la «guerra contra el cáncer» (demostrar el origen vírico del cáncer) de la era Nixon, monopolizan SIDA, hepatitis C, la gripe aviar y porcina, el ébola… Científicamente, cualquier enfoque «no infeccioso» en el origen de la hepatitis C ha sido abortado ipso facto.

GILEAD nació al calor del auge de la virología norteamericana de los 80 (SIDA, hepatitis C), pero es a partir de finales de los 90 que será catapultada (carrera de adquisiciones y ventas millonarias) por altos cuadros del estado (Rumsfeld, Schultz) o ligados a think-tank que diseñan las estrategias políticas en EEUU y Europa.

«Los principales accionistas de Gilead son grandes fondos (Capital Group, JP Morgan…) con metástasis en los principales grupos bancarios y monopolistas españoles»

En 2003, su vinculación directa con la administración Bush le permitió enriquecerse con las ventas de Tamiflú (contra la gripe aviar) al ejército norteamericano y, a través de la corrupta campaña de pánico mundial de la OMS, a los gobiernos de su área de influencia, entre ellos el español. 333 millones de euros se gastó el Gobierno de Zapatero en la compra irracional de vacunas y antivirales entre 2005 y 2006. ¿Qué dijo Rajoy entonces? que si lo manda Bush está bien. Cuestión de estado.

Los que deciden quién vive…Pero, ¿quiénes son los auténticos propietarios de GILEAD? Al igual que las principales multinacionales a nivel global, son los grandes grupos financieros y de inversión, para los que la industria biotecnológica (junto al mercado de materias primas y alimentos) es un nuevo nicho de inversión tras el estallido de la burbuja hipotecaria. Las subidas de precios que siguen a dicha inversión condenan a la enfermedad y muerte a millones de personas.

La adquisición por Gilead del laboratorio Pharmasset en 2011, puso en sus manos la patente de solfosuvir (Sovaldi), que ya apuntaba a ser una auténtica revolución en la erradicación del virus.

Con un mercado de 150 millones de seropositivos a hepatitis C a nivel mundial (se cree que son 900.000 en España) y al precio marcado por Gilead, su erradicación equivaldría a 9 billones de euros, 9 veces el PIB español. No en vano, Gilead ha revalorizado su valor en bolsa desde 2013 en un 185% y se espera sus beneficios se multipliquen casi por 5 en los próximos años.

Entre los propietarios reales de GILEAD (www.cordoba.cnt.es/gilead-hepatitisc-bolsa-o-vida) encontramos a importantes accionistas del capital monopolista español; Capital Group (accionista de Bankia, BBVA y Santander, Inditex y la farmacéutica Griffols), JP Morgan (Rockefeller, accionista del Santander) o Blackrock (accionista de Telefónica y Repsol).

Hay que recordar aquí que el informe de mayo de 2013 de JP Morgan (segundo banco de inversión con mayor actividad en España en 2014 tras Deutsche Bank) afirmaba que los ajustes en Europa estaban a mitad de camino y que las constituciones como la española eran su principal obstáculo.

Por ello, los que se enriquecen a costa de la hepatitis C son los mismo que vampirizan España entera, y con ella el 90% de la población. Estamos el punto de mira de un saqueo perfectamente orquestado, para el que tienen intervenido el estado y el tejido financiero y monopolista nacional.

Bajo la premisa de que «los españoles han vivido por encima de sus posibilidades». El tejido sanitario (público y privado) es paulatinamente vendido a las grandes bolsas de capital extranjero como resultado de los sucesivos ataques, rescates, amenazas y extorsiones protagonizadas por Washington y Berlín, por sus brazos ejecutores como la Troika (FMI, BCE, CE). Los colaboradores necesarios, los gobiernos de turno de PSOE y PP y, cómo no, los gobiernos autonómicos como el de Artur Mas en Catalunya, que aplican los recortes dictados.

Son los intereses de estos grandes capitales los que deciden quien vive y quien muere. Por eso sufrimos situaciones que se creía eran exclusivas de países «subdesarrollados», como es el hecho que teniendo medicación disponible mueran personas por no poder pagar el precio exigido por las farmacéuticas.

«En países donde no es reconocida la patente de Sovaldi, como India o Egipto, el precio llega a caer hasta un 99% (caso de Egipto)»

Es probable que ante unas elecciones a la vuelta de la esquina se suavice, se amplíe la cobertura de los tratamientos. Pero será para neutralizar y dividir a los afectados, impedir que se genere una auténtica marea blanca nacional y salvaguardar así la línea principal de recortes y venta de la sanidad.

¿Expertos de qué?

Mientras en países donde no es reconocida la patente de Sovaldi, como India o Egipto, el precio llega a caer hasta un 99% (caso de Egipto) porque la farmacéutica es obligada a pactar con los gobiernos e industrias de genéricos; en España, «las negociaciones» del gobierno con Gilead han garantizado un mínimo de 25.000 euros por tratamiento, lo que continúa siendo un atraco. Según estudios publicados el coste de producción estaría entre los 50 y los 100 euros.

Aquí, la Comisión de Expertos nombrados por el gobierno para elaborar el plan estratégico para la Hepatitis C, tal como ha denunciado la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (www.fadsp.org), está plagada de profesionales formados por o vinculados a Gilead y otras multinacionales farmacéuticas, así como artífices de la venta del tejido sanitario a los grandes fondos de inversión.

Destaca el presidente de la comisión Joan Rodés, el que fuera gerente del Hospital Clínic de Barcelona, quien dirige actualmente la fundación en España del gigante farmacéutico Pfizer (EEUU) y está relacionado con varias irregularidades en la privatización del sistema sanitario catalán. Sistema que, igual que el resto de la sanidad española, está siendo copado por el grupo Quirón, perteneciente al fondo de inversión anglo-norteamericano CVC.

Tratamiento para todos, ¡fuera los fondos!

Los afectados por hepatitis C son la cara visible del creciente abismo social que padecemos todos.Claro que hay que dar urgentemente el tratamiento dado que elimina el virus en el 90% y poner de manifiesto que el gobierno no pone el dinero mientras sí lo pone en ayudas y rescates a los grandes monopolios.

Pero no estamos por ceder al chantaje y extorsión de las farmacéuticas. Es necesario un gobierno que les plante cara, llegando a denegar la patente o dictar una licencia obligatoria para facilitar el acceso a los medicamentos.

«Tratamiento para todos no supone obligatoriamente ceder al chantaje y extorsión de las farmacéuticas»

Y, a la vez, ser conscientes de que si no se estudia científicamente (de forma autónoma al virus-centrismo de las grandes farmacéuticas norteamericans) los factores no víricos, tóxicos, sobre la enfermedad y la posibilidad de someter a ensayo clínico otras curas no tóxicas;

si no blindamos los criterios médicos y científicos al frente de la sanidad ante los que ningún gobierno puede oponer recortes;

si no nos dotamos de un tejido farmacéutico autónomo al servicio del país y de las necesidades populares como hacen algunos de los principales países emergentes;

si no arrebatamos a la banca extranjera, y sus fondos de inversión, los recursos que saquean para reinvertirlos en una sanidad universal y de calidad que pueda ser puesta de ejemplo en el mundo entero;

en definitiva, si no nos dotamos de soberanía nacional política (y por tanto científica, médica, económica…) no habrá otro destino que el de «tanto tienes, tanto vives».

Hepatitis C: ¡Tratamiento para todos! Ni recortes ni venta de la sanidad ¡Fuera los fondos de inversión de nuestra salud! Por una sanidad nacional, científica y democrática al servicio del pueblo

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Virus-centrismo made in USA

Francisco Javier Martínez, médico, microbiólogo y epidemiólogo represaliado durante el síndrome tóxico en los 80 por oponerse a la teoría oficial del aceite de colza como causa, explica así cómo EEUU patentó el virus de la hepatitis C:

«En 1974, el Banco de Sangre de Nueva York señalaba en Lancet que la mayoría de los casos de hepatitis post-transfusional no podían explicarse por los virus VHA y VHB; un año más tarde esta revista propuso el término No A-No B, denominación que persistió hasta 1991, dado que no había forma alguna de aislar virus alguno responsable, por ninguno de los (potentes) métodos virológicos al uso. (…)

En abril de 1989, investigadores de Chiron Co. publicaron un artículo científico que afirmaba haber descubierto el presunto virus causante de la Hepatitis NoA-NoB, identificándolo como un RNA-virus … dijo casi a continuación haber desarrollado un test para analizar la presencia de Anticuerpos frente a un componente estructural (péptidos) del ‘virus’, test que por supuesto patentaron internacionalmente (…)al año siguiente se observó que dicho test resultaba positivo en el 90 % de las hepatitis post-transfusionales y el 40 % de la esporádicas.

Pero no es un RNA-virus el que se detecta directamente en los test serológicos, sino dichos ‘péptidos anómalos’… los mismos deben ser considerados más bien como ‘marcadores de estrés celular’ de cualquier tipo, que detectores de partes de verdaderos virus.

(…) Lo primero que llama la atención son los autores: investigadores a sueldo de la Chiron Corporation, una corporación farmacéutica de California, y de los «Centers for Disease Control» (CDC) de Atlanta…

Si lo presenta como «proteínas pertenecientes al ARN-virus causante de la mayoría de hepatitis No A-No B» (lo que es una fantasía indemostrada) entonces esta corporación farmacéutica generará grandes ganancias, derivadas de la comercialización del «Test de detección» y de los Interferones y fármacos «antivíricos». Las compañías de seguros tendrán asimismo una importante arma para anticipar riesgos y minimizar sus gastos.

«»Presentar las proteínas anómalas como parte de un virus y no como resultado de la exposición a tóxicos en las transfusiones de sangre les salvó de pagar indemnizaciones millonarias»»

Pero si lo presenta como material biológico asociado a la inmuno-alteración y bio-estrés mediados por fármacos y hemoderivados (lo que responde a la realidad) entonces hará perder las anteriores ganancias y provocara un parón generalizado en los niveles de uso de fármacos y hemoderivados, amén de dar base para la presentación de pleitos e indemnizaciones multimillonarias…

Respecto a los (ya famosos) «Centers for Disease Control» (CDC) de Atlanta, decir tan sólo que encubren el mayor Servicio de Inteligencia y Espionaje Epidemiológico del mundo y que, desde el extraño brote de legionella que afectó a una reunión de veteranos de guerra de Vietnam, se han visto envueltos en los orígenes (y enmascaramiento oficial) de un buen numero de turbias explosiones tóxicas o epidemias infecciosas que, en los últimos decenios, han generado numerosas lesiones y muertes en diversas partes del mundo. Entre otros affaires, los CDC son también:

Los principales artífices de las cambiantes y sesgadas definiciones de SIDA que se han venido usando a nivel mundial.Los silenciadores de miles de casos de SIDA (que eran total y persistentemente seronegativos) que durante años ocultaron conscientemente a la comunidad científica internacional.Los principales sostenedores del virus-centrismo que impide descubrir las verdaderas causas del aumento de enfermedades relacionadas con envenenamientos e inmunodeficiencias de la biosfera.Los principales encubridores de la verdadera causa del Síndrome Tóxico que en 1981 generó medio millar de muertos y decenas de miles de lesionados en el Estado español.»

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