¡Sí­ se puede acabar con el paro!

Repartir el empleo o crear empleo redistribuyendo la riqueza?

El efecto estacional de la Semana Santa sobre el empleo redujo en 60.214 personas el número de parados registrados en las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo. Pero sólo el 5,7% de los contratos fueron indefinidos a tiempo completo, la inmensa mayorí­a fueron empleos temporales, a tiempo parcial y bajos salarios.

Rajoy, alentado y aplaudido por el FMI y Merkel, exhibe las cifras del del “descenso del paro” para vendernos sus recetas y decirnos que la única forma de crear empleo es precarizándolo y recortando salarios y derechos a golpe de reforma laboral.

Cerca del 95% de las nuevas contrataciones son temporales, a tiempo parcial y bajos salarios. La devaluación salarial es parte inseparable de los contratos nuevos, los trabajadores que se incorporan a un trabajo después de un largo periodo parados tienen que aceptar salarios un 30% más bajos.«Soberanía para decidir y un programa de redistribución de la riqueza, este es el camino que hay que recorrer para acabar con el paro y llegar al pleno empleo digno, sostenible y de calidad»

La precariedad laboral y salarial ha impulsado la nueva categoría de trabajadores pobres con contrato. A los que se podrían sumar los 3,8 millones de parados que según la EPA están excluidos del sistema de protección.

Pero tampoco podremos acabar con el paro con las ideas extendidas en una gran parte de la izquierda sindical y política, que plantean que el pleno empleo es “en la fase actual del capitalismo” un imposible; que ya no podemos aspirar a los niveles de empleo anteriores a la crisis, porque aquello fue posible gracias al boom de la construcción; por lo que nos debemos acostumbrar a una cifra del paro estructural mayor de la que había y que lo que hay que hacer es repartir el empleo y mitigar el paro con empleo público y subsidios. ¿Es que no hay dinero ni recursos en España para crear millones de puestos de trabajo, suficientes para acabar con el paro?

Los hay y lo que hace falta es voluntad política para coger el toro por los cuernos y hacer lo que es necesario para defender la soberanía y enfrentarse con quienes dictan las políticas de intervención y saqueo, el FMI, el BC y la CE, con Washington y Berlín; y con quienes disponen y controlan los recursos, bancos y monopolios nacionales y extranjeros.

Redistribución salarial dentro de las empresas, con un salario mínimo de 1.000 euros y uno máximo de 10.000, 5.000 de sueldo máximo para los altos cargos de las diferentes administraciones. Recuperación del dinero y los recursos entregados en los rescates a la banca y a las eléctricas, 250.000 millones de euros, para ponerlos al servicio de la economía productiva y la creación de empleo. Banca pública, a partir de las cajas rescatadas (como Bankia). Reforma fiscal integral para que banca, monopolios y multinacionales paguen al menos el 35% real de impuestos sobre sus beneficios, acabando con sus privilegios fiscales y los de las grandes fortunas. Auditoría de la deuda, reducción de un 30% de los gastos innecesarios y el despilfarro y la corrupción en los presupuestos de las administraciones del Estado, anulación de la reforma exprés de la Constitución…

Soberanía para decidir y un programa de redistribución de la riqueza, este es el camino que hay que recorrer para acabar con el paro y llegar al pleno empleo digno, sostenible y de calidad.

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