Ante la resolución de independencia aprobada en el parlament catalán

Ahora más que nunca, defender la unidad del pueblo trabajador

La resolución aprobada por Junts pel Sí­ y las CUP en el parlament catalán, que pretende aprobar en 30 dí­as las primeras leyes de «desconexión» y ruptura con España, como paso previo a la instauración de una «república catalana», es un ataque a la unidad del pueblo de las nacionalidades y regiones de España, especialmente a la unidad de su pueblo trabajador. Al servicio de aumentar la degradación polí­tica de España que EEUU y Alemania, a través del FMI o la UE, necesitan para dar nuevos avances en su proyecto para imponer un mayor saqueo sobre el 90% de la población. Supone por tanto un peligro y una amenaza que exige una contundente respuesta en primer lugar de las fuerza populares y progresistas, patrióticas y de izquierdas.

La “huída hacia delante” de los círculos nucleados en torno a Artur Mas, aprobando en el parlament catalán una resolución de ruptura que es un desafío directo al Estado, es una jugada política que solo puede entenderse desde el aumento de la degradación política de España impuesta por el avance del proyecto hegemonista.

El centro del proyecto del hegemonismo sobre España es el saqueo contra el 90% de la población y la apropiación de las principales fuentes de riqueza del país. Y su ejecución exige necesariamente degradar políticamente a España, quebrando las resistencias al avance de un proyecto especialmente agresivo contra los intereses populares y nacionales.

La degradación política impuesta por el proyecto hegemonista ha sido aprovechada por los sectores de la burguesía burocrática catalana nucleados en torno a Artur Mas para atacar la unidad. La fragmentación de España -con una oligarquía que acepta el grueso del proyecto hegemonista y el mayor encuadramiento en las necesidades de la superpotencia- no está en la agenda del hegemonismo. Pero a este sí le interesa utilizar el “problema soberanista” para incrementar la degradación política y rebajar nuestras defensas ante los nuevos saltos de su proyecto de intervención y saqueo. Mantener permanentemente abierta la herida de la amenaza de fragmentación ha sido históricamente una política del dominio del imperialismo, también y especialmente en España.

Mientras que Obama se implicó directamente en el referéndum sobre la independencia escocesa, dejando claro que EEUU tenía “un profundo interés en asegurarse que Reino Unido permaneciera como un aliado fuerte y unido”, el mensaje que la superpotencia difunde públicamente al referirse al soberanismo catalán es que “se trata de un asunto interno de España y no nos vamos a pronunciar”.

Es solo desde aquí que los círculos de la burguesía burocrática catalana representados por Artur Mas se atreven a lanzar su “desafío al Estado”, esperando encontrar cobijo o complicidades por parte del hegemonismo.

Sea cual sea el resultado político final del desafío a la unidad encabezado por Artur Mas, va a contribuir a incrementar la debilidad y degradación política de España, otra vez empujada a conflictos internos que cuestionan su propia unidad, la “gasolina” que necesita el hegemonismo para imponernos un nuevo salto en el saqueo.

Este es el carácter que tiene la resolución independentista encabezada por Artur Mas y aprobada en el parlament catalán con los votos de Junts pel Sí y las CUP. No ya es que cuestionen la unidad del pueblo trabajador de toda España, necesaria para luchar contra los recortes. Es que contribuyen a que avance el proyecto de nuestros principales enemigos, debilitando la unidad y las defensas ante la exigencia de nuevos recortes, de un saqueo todavía mayor sobre el 90% y las riquezas nacionales por parte del hegemonismo.

Aumenta el rechazo a Artur Mas en Cataluña

El nuevo salto adelante en los proyectos de fragmentación por parte de los círculos de la burguesía burocrática catalana representados por Artur Mas ha provocado un aumento del rechazo social a la política que representa, incrementando su debilidad política y agudizando las contradicciones en el seno del campo independentista, en su propio partido -CDC- y con los sectores de la gran burguesía catalana que hasta ahora le habían apoyado.

La “huida hacia delante” de los círculos nucleados en torno a Artur Mas, cabeza de los proyectos de fragmentación y principal ejecutor en Cataluña de los recortes y el saqueo sobre el 90%, es producto del rechazo social cada vez mayor a la línea que representan.

Reflejado en el rotundo fracaso de Artur Mas en la primera votación para su investidura, dibujando un panorama donde su reelección como presidente se complica cada vez más y la posibilidad de tener que recurrir a nuevas elecciones aumenta.

El principal factor de debilidad de Artur Mas es el aumento del rechazo social en Cataluña a su política, ya expresado en los resultados del 27-S.

Intentan volver del revés la realidad. En la resolución parlamentaria Artur Mas y Junts pel Sí se amparan en una inexistente mayoría de votos independentistas sobre la base de contar dentro del campo de apoyo a la fragmentación a parte de los votos de Catalunya Sí que es Pot y a la Unió de Durán i Lleida. Y en un desvergonzado ejercicio de manipulación, Junts pel Sí y Artur Mas, los mayores recortadores, incluyen como anexo a la resolución independentista “un paquete de medidas para garantizar los derechos sociales”.

Pero la realidad es tozuda. Los votos a formaciones partidarias de la independencia el 27-S solo alcanzaron el 47,74%, y apenas representaron el 36,81% del censo. Y en todas las encuestas publicadas la mayoría de los catalanes, en una proporción que se acerca al 60%, se pronuncian contra la resolución de “desconexión con España”. Con solo un 26% de apoyo explícito a la independencia.

Un porcentaje de rechazo que se vuelve abrumador al pronunciarse sobre la figura de Artur Mas. El 71% de los catalanes no quiere que repita como president de la Generalitat, ocho puntos más que hace un mes.

El nuevo estallido de los escándalos de la corrupción del 3% ha destapado todas las vergüenzas del régimen construido durante décadas desde la Generalitat. La detención del tesorero de CDC dirige ya los golpes directamente contra la plana mayor de la dirección de Convergencia, con Artur Mas a la cabeza, del que se dice incluso que la Fiscalía Anticorrupción puede tener ya preparada una imputación contra él por el 3%. Y las nuevas revelaciones del caso Pujol apuntan al corazón del régimen construido desde la Generalitat por la burguesía burocrática catalana.

Pero la “huida hacia delante” de Artur Mas está agudizando también todas las contradicciones en el mismo seno del campo independentista y en CDC.

A pesar de todas las presiones por parte de CDC y la Generalitat, las CUP ha reiterado su intención de no facilitar la investidura de Mas. Proponiendo como condición para dar los dos votos necesarios para la investidura en la segunda votación la presentación de un candidato diferente a Artur Mas, como Raül Romeva o Neus Munté.

Aun en el caso de que Artur Mas sea investido presidente, forzando el apoyo de las CUP, y pueda formar gobierno, lo hará en una situación de debilidad e inestabilidad. Donde las contradicciones con las CUP, en el seno de Junts pel Sí entre CDC y ERC y dentro de la propia Convergencia no pueden hacer sino aumentar.

El conato de “rebelión” en el seno del Consell –el gobierno catalán- donde hasta 6 consellers de los 12 que lo componen llegaron a calificar de “barbaridad, la resolución presentada con las CUP, junto a la “huida” de ERC que ha decidido no renovar la alianza de Junts pel Sí para las generales del 20D son las manifestaciones más visibles de las divisiones en el campo independentista.

Es especialmente significativo que “La Vanguardia”, portavoz de los sectores de la gran burguesía catalana que hasta ahora habían respaldado a Artur Mas, haya publicado un editorial exigiéndole una rectificacion inmediata. Alegando que “tramitar una resolución maximalista y rotundamente inconstitucional a cambio de nada, lo puede acabar pagando el conjunto de la sociedad catalana. No es inteligente”. Y estableciendo que “el transversal catalanismo europeísta sigue teniendo mayoría en la sociedad catalana. Un motivo más para trabajar lo antes posible en la reparación del error. (…) Faltan poco más de cuarenta días para la cita del 20 de diciembre. La consigna catalana debe ser ahora mismo evitar cualquier tipo de aventura. Que se imponga la inteligencia”.

Los sectores de la gran burguesía catalana que habían apostado por Artur Mas como una carta para obtener mayores concesiones en una negociación con el Estado le exigen ahora que rectifique.

La correlación de fueras política en Cataluña es cada vez más desfavorable para Artur Mas. Y son cada día más los sectores políticos y sociales que abandonan el barco.

La respuesta de la oligarquía

La oligarquía española ha tomado la iniciativa y dado un mandato terminante a Rajoy para formar un “frente de firmeza” que de una respuesta de conjunto ante el desafío encabezado por los círculos de la burguesía burocrática catalana que representa Artur Mas. Que incluya, con centro en la unidad PP-PSOE, a todas las fuerzas no independentistas, y utilice todos los recursos del Estado, desde la aceleración de la investigación de los casos de corrupción a la prohibición inmediata de la resolución de parlament por parte del Tribunal Constitucional.

La reactivación de las investigaciones del “caso 3%” tras las elecciones catalanas demuestra hasta que punto la oligarquía está dispuesta a utilizar munición de grueso calibre para reconducir el desafío de Artur Mas.

La primera reacción del gobierno, Rajoy anunciando que “mientras yo sea presidente no se romperá España”, buscando rentabilizar electoralmente para el PP la posición de firmeza, ha dado paso a la escenificación de un “frente oligárquico unitario de firmeza”, con centro en la unidad entre PP y PSOE, pero que ha sido ampliado a Ciudadanos y posteriormente, en contra del criterio inicial de Rajoy, también a reuniones con Podemos, IU, UPyD y Unió, a la mayoría de presidentes autonómicos, así como a patronal y sindicatos.

La firmeza institucional por parte del Estado se va a completar con la resolución del Tribunal Constitucional, que permitió la celebración del pleno en el parlament catalán pero va a decretar su suspensión inmediata, amenazando por primera vez a los máximos responsables políticos catalanes -la presidenta del parlament, Carmen Forcadell y otros veinte altos cargos, incluyendo a Artur Mas- con su suspensión o inhabilitación en caso de desacato.

Con la formación del “frente de firmeza” queda reventada la estrategia de Mas de intentar aprovechar la interinidad del período electoral -con un parlamento disuelto desde la semana pasada y un gobierno en funciones desde el 20D hasta previsiblemente mediados o finales de enero- para dar pasos irreversibles hacia la fragmentación.

Recortes Cero-Los Verdes defendemos con orgullo y convicción la unidad del pueblo trabajador

La defensa de la unidad frente a la fragmentación va a colocarse en un puesto central en las elecciones del 20D. La línea de demarcación principal, lo que nos interesa al 90% de la población que sufrimos los recortes, es hoy la defensa activa y cerrada de la unidad, especialmente de la unidad del conjunto del pueblo trabajador de toda España. Cualquier ambigüedad o vacilación en este sentido contribuye a alimentar los ataques contra la unidad y a quienes los encabezan desde los intereses más reaccionarios.

Desde Recortes Cero-Los Verdes debemos radicalizar la defensa “con orgullo y convicción” de la unidad del pueblo trabajador de todas las nacionalidades y regiones de España.

La mayoría social que defiende la unidad desde la izquierda está huérfana debido a la posición adoptada por las direcciones de Podemos o IU ante los ataques a la unidad encabezados por Artur Mas, presidida por una conciliación cada vez más acusada con la fragmentación. Como lo demuestra que cinco diputados de Catalunya Si que es Pot apoyaran a Carme Forcadell, presidenta de la Assemblea Nacional de Catalunya, como presidenta del parlament. O que se presente en Cataluña junto a Barcelona en Comú, bajo el nombre “En Comú Podem”, con un programa que defiende “un proceso constituyente que de lugar a una República Catalana” -formula muy parecida a la utilizada por la resolución aprobada por Junts pel Sí y las CUP-.

La posición de la dirección de Podemos, encabezada por Pablo Iglesias, no hace sino respaldar objetivamente los proyectos de fragmentación encabezados por Artur Mas. Al calificar que el 80% de los españoles que rechazan rotundamente la fragmentación están “parapetados en la intransigencia”. O defender en las condiciones actuales que “el derecho a decidir” y la celebración de un referéndum en Cataluña deben ser uno de los ejes principales para la “reforma constitucional” que necesita España.

Una cosa es defender el derecho de autodeterminación como un derecho democrático dirigido a fortalecer una unidad libre y solidaria de todo el pueblo de las nacionalidades y regiones de España. Y otra plantear ahora un referéndum como una necesidad urgente. Eso solo beneficia los proyectos de Artur Mas, que no es solo la cabeza de la fragmentación sino también el principal ejecutor de los recortes en Cataluña. Lo que necesitamos, y esta sí es una necesidad urgente, es fortalecer la unidad del conjunto del pueblo trabajador de toda España para luchar contra los recortes.

La posición de las bases de Podemos es rotunda. El 75% se manifiestan en contra de la resolución de independencia y apuestan por la unidad en todas las encuestas. Pero la dirección de Podemos no hace sino ofrecer argumentos a los proyectos de fragmentación encabezados por Artur Mas, contribuyendo con ello a incrementar la debilidad y degradación de España que permita el mayor avance de los proyectos de saqueo sobre el 90% que nos pretenden imponer EEUU o Alemania a través del FMI o la UE y el BCE.

En otro orden, la posición de las CUP, a pesar de negarse a prestar sus votos para investir presidente a Artur Mas está actuando objetivamente respaldando los proyectos de los círculos más reaccionarios de la burguesía burocrática catalana. No se puede firmar con Artur Mas una resolución para “abrir un proceso constituyente que contribuya al cambio social”. No basta con exigir un “candidato de consenso” diferente a Artur Mas, como Neus Munté, vicepresidenta y miembro de la alta dirección de Convergencia, o Raül Romeva, utilizado como la “coartada social” de Mas.

Las CUP debe tomar una posición rotunda como la izquierda anticapitalista y contra los recortes que son. No es posible firmar con Artur Mas una declaración de independencia por la mañana, y luego votar en contra de su investidura por la tarde.

En estas condiciones, es necesario radicalizar la defensa de la unidad del conjunto del pueblo trabajador unida a la lucha contra los recortes y por la redistribución de la riqueza.

Tal y como se planteó en el acto de presentación de la candidatura para las generales de Recortes Cero-Los Verdes “para redistribuir la riqueza también hay que defender con orgullo y con convicción la unidad. Y en estos momentos muy especialmente defendemos la unidad de todo el pueblo de las nacionalidades de España, la unidad de su pueblo trabajador. Y decimos bien claro que la división solo favorece a quienes nos saquean”.

Recortes Cero-Los Verdes es una alternativa electoral para el conjunto de España, y tenemos un proyecto donde nos importa por igual el paro en Cádiz que el aumento de la pobreza y la exclusión social en Barcelona.

Nos importa lo que pasa en toda España porque los dictados del FMI, el saqueo impuesto por Merkel y la troika y ejecutado por los Zapatero, Rajoy y Mas de turno han llegado a todos los rincones de nuestro país, han entrado por igual en todas las casas.

Defendemos a unidad. La unidad de todo el pueblo para defender nuestros intereses comunes. La unidad en un frente amplio del 90% de la población contra el saqueo que nos están imponiendo. La unidad del pueblo trabajador de toda España para poner fin a los recortes, las desigualdades y el empobrecimiento y luchar juntos por un futuro mejor para todos.

Recortes Cero-Los Verdes se presentará a las elecciones del 20D como la candidatura de la redistribución de la riqueza y la unidad. Redistribución de la riqueza para poner los principales recursos económicos del país –que hoy usurpa y usa en su beneficio exclusivo una pequeña minoría– al servicio de los intereses y las necesidades de la mayoría. Y unidad de España y de su pueblo trabajador porque divididos y enfrentados seguiremos a merced de nuestros saqueadores y sus cómplices, se vistan de derecha retrógrada o de independentismo reaccionario.

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