El gobierno busca en Bruselas ampliar el plazo para la privatización y venta de Bankia

Bankia en el punto de mira

Frente a esta noticia, es inevitable hacerse dos preguntas. La primera es bastante simple y directa ¿por qué tenemos que vender Bankia? Actualmente Bankia, tras la inyección recibida de dinero por parte del Estado (léase, de todos nosotros) tiene unos beneficios de aproximadamente 1.000 millones de euros anuales ¿Por qué tenemos que deshacernos de tan elevados recursos? ¿Por qué no podemos utilizar el capital acumulado en la entidad, la misma que hemos rescatado nosotros, para reindustrializar el paí­s, generar riqueza y crear empleo? Sólo con la creación de una Gran Banca Pública partiendo de las bancas rescatadas (con Bankia a la cabeza) se podrí­a contar con unos activos financieros de 297.000 millones de euros, pasando a ser el cuarto banco del paí­s. Y pasando a ser también un motor de reindustrialización al servicio de la creación de riqueza y empleo que tanto hace falta en nuestro paí­s. Si esto es así­, ¿por qué no se hace?

La respuesta se encuentra también en la pregunta a la segunda inevitable pregunta: ¿Qué pinta Bruselas en todo esto? ¿Por qué tiene que acudir el Ejecutivo a las autoridades comunitarias para negociar el plazo de la fecha de la venta de Bankia? Aparentemente, la ley que regula la venta de la caja rescatada es española, pero su modificación está supeditada de forma “oficial u oficiosa” a la supervisión de Bruselas, quien sería la que tendría la última palabra en este tema.

Ahí radica el verdadero problema. Quien decide en última instancia sobre el futuro de una de nuestras posibles mayores fuentes de riqueza en nuestro país no es el gobierno español, sino la Unión Europea, con la que es inevitable “sentarse a negociar” para aspirar como máximo a un aumento indefinido en el plazo de privatización, pero nunca cuestionar de fondo la venta misma. Es algo inaudito. Bankia fue una caja española y fue rescatada con dinero de todos los españoles ¿por qué tiene que decidir la Unión Europea sobre ella? ¿No es esta una prueba contundente de cómo, también en economía, la soberanía nacional está totalmente subyugada a los dictados de la Europa alemana? ¿Cómo podemos llevar adelante políticas de redistribución de riqueza, creación de empleo y reindustrialización del país si las decisiones que lo permiten siempre van a estar supeditadas a quienes sólo les interesa aumentar su saqueo sobre todos nosotros?

«Bankia tiene unos beneficios de 1.000 millones de euros anuales ¿por qué no poner esa riqueza al servicio de la población?»

De este caso, hay una moraleja de la que todos tenemos que partir: No es posible llevar a cabo políticas de redistribución de la riqueza si no conquistamos en primer lugar cuotas de soberanía nacional para poder decidir qué hacemos con la riqueza que nosotros mismos generamos sin mandatos ni presiones de quien hasta ahora sólo ha buscado aumentar sus beneficios a costa de nuestra ruina. Bankia es nuestra, la hemos pagado nosotros y no podemos consentir que sean otros quienes decidan sobre ella.

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