Sanidad

España el paí­s con más recortes en sanidad

Según los datos conocidos la sanidad pública española ha perdido más de 14.000 millones de euros durante la crisis, un 18%, incluyendo las autonomí­as y el gobierno central. Lo equivalente al 1,4% del PIB. Es el paí­s de Europa donde más se han reducido los presupuestos de la sanidad pública después de Grecia.Pero no sólo ha habido menos recursos para la sanidad. También un cambio de modelo: de sistema universal a modelo de seguros. La ley de Sanidad de 2012 del PP cambió el acceso a la sanidad como un derecho universal para considerarlo como «un derecho de los asegurados».

+ 14.400 millones de euros menos

Los presupuestos públicos en sanidad han pasado de los 77.690 millones de euros en 2009 a los 63.300 de 2014. Son 14.390 millones de euros lo que las administraciones central y autonómicas han recortado la sanidad pública.

La reducción de recursos y servicios sanitarios no ha sido selectiva sino lineal afectando a todo el sistema, a todos los servicios, a la asistencia primaria y las especialidades, a los trabajadores y a los pacientes, a los usuarios activos y a los jubilados, a los españoles y a los inmigrantes.

+ Atentando a la calidad

La atención sanitaria ha sufrido una degradación constante durante los últimos seis años. Se ha extendido la limitación de horarios en centros de salud, el cierre de consultorios, de servicios de urgencias especialmente en los meses de verano, se han reducido camas y cerrado plantas, consultas y quirófanos, etc.

Las listas de espera han sido una de sus primeras víctimas y se han disparado durante la crisis, especialmente las quirúrgicas. En 2009 los pacientes que aguardaban una operación eran el 5% del total; en 2013 suponían el 13,7%.

Lejos de mejorar las listas de espera quirúrgica y diagnóstica han ido empeorando. Así a finales de 2015, según los informes del ministerio de Sanidad, el tiempo de espera par operarse llegaba a los tres meses, 13 días más que en 2012. Y eso a pesar de haberse reducido la población con tarjeta sanitaria en medio millón de personas.

Las demoras para acceder a pruebas o intervenciones han convertido en inaccesible numerosas prestaciones, sobre todo en traumatología (resonancias), ginecología (mamografías o citologías) y cardiología (ecocardiogramas…).

Se ha reducido un 10% el número de camas operativas, en 2015 había unas 11.500 menos que en 2009. Significativo es el caso del Complejo Universitario La Paz (Madrid), el centro cuenta hoy con 303 camas menos que en 2008.

Una de las consecuencias más evidentes del descenso de calidad sanitaria es la agudización de las enfermedades crónicas: diabetes, pacientes con enfermedades pulmonares (EPOC) o con insuficiencia cardíaca.

+ Copago, medicamentazo y exclusión de inmigrantes

Tres medidas puestas en marcha por la “contrarreforma” sanitaria del PP en 2012, que han castigado especialmente los sectores más vulnerables como los pensionistas, jóvenes, parados y los inmigrantes.

El copago farmacéutico entró en vigor en julio de 2012 para todos los ciudadanos con tarjeta sanitaria, incluyendo a los pensionistas que tenían los medicamentos gratis. Con un aumento de la cuota a pagar por los medicamentos del 40%, 50% y 60% para los ciudadanos en activo y del 10% para los pensionistas.

Copago extendido también a las prótesis, transporte sanitario o dietas.

El medicamentazo (agosto de 2012) supuso la exclusión de 426 fármacos de uso común (desde antitusivos a antiácidos…) de la financiación pública, con un coste de 440 millones de euros que han ido a costa de los enfermos y muchos de ellos, los de rentas más bajas, han tenido que dejar de tomarlos porque no pueden pagarlos.

La exclusión de los inmigrantes no regularizados (unos 800.000) y de los ciudadanos que pasen más de 90 días en el extranjero, especialmente jóvenes obligados al “exilio económico”.

+ Despidos, rebaja salarial y precariedad

Los recortes se han cebado especialmente con los profesionales de la sanidad.

Se han eliminado 28.500 puestos de trabajo, entre médicos y personal de enfermería, según un informe oficial del gobierno, y hasta 50.000 si tenemos en cuenta otros informes que incluyen todo tipo de trabajadores relacionados con el sistema sanitario, desde médicos al personal de oficinas y de limpieza. Solo Madrid perdió el 19% de sus efectivos en apenas tres años (2011-2013).

Para ello se ha recurrido a dejar de renovar contratos a trabajadores con contrato temporal, dejar de cubrir bajas y sustituciones de médicos y enfermeras y jubilaciones.

Rebaja salarial. Los trabajadores sanitarios han perdido un 25% de poder adquisitivo de sus salarios desde 2010 por la acumulación de los recortes directos (12%), congelaciones salariales y subida del IPC acumulada del 10,7%.

Precarización de las condiciones de trabajo. La reducción de personal ha multiplicado la carga de trabajo al tener que atender a más pacientes con menos medios, agudizar el estrés y, por lo tanto, una rebaja generalizada de la calidad en la atención a los enfermos.

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